Pantalla
Una familia normal
Resulta también interesante observar una de las líneas argumentales que corresponde al funcionamiento del sistema judicial sueco que enfrenta Stella como acusada, no muy diferente al sistema mexicano en su legislación e instituciones, pero tal vez sí distinto en la práctica
Una familia normal, disponible en Netflix, es una miniserie sueca de seis capítulos sobre la familia Sandell integrada por el padre Adam, la madre Ulrika y la hija Stella. En el capítulo uno, la joven estudiante cuenta con 19 años, y es justo en un viaje escolar cuando Stella sufre de abuso sexual, violación en realidad, en una cabaña de la playa por parte de su entrenador de handball.
Stella, traumada por el hecho, les cuenta a sus padres, quienes después de una discusión y sin tomar mucho en cuenta a Stella, deciden no denunciar el abuso a las autoridades por suponer que sería difícil probar la violación, puesto que sería la palabra de uno contra el otro, a pesar de que Stella asegura, tal y como lo vimos como espectadores, haberle dicho al entrenador que se detuviera pues no quería tener relaciones sexuales. Pero asustada y prácticamente en estado catatónico, Stella solo espera pasivamente a que se consuma el acto.
La miniserie utiliza la ya muy recurrente técnica en las series que son el flashback y el flashforward, o sea que la historia va hacia atrás o hacia adelante en el tiempo para ir armando la trama y proporcionando al espectador información a cuenta gotas como si se tratara de un rompecabezas. Esta técnica genera curiosidad y expectativas sobre lo que sucedió o va a suceder en lo que se está contando y es sin duda un buen recurso narrativo, usado no solo en las series y películas, sino también frecuentemente en la novela.
La miniserie da un giro argumental al dar un brinco en el tiempo y colocando la escena cuatro años después de la violación sufrida por Stella. La joven terminó la preparatoria y decide ponerse a trabajar en vez de estudiar y aparentemente todo va bien en “la familia normal” de los Sandell. Él está dedicado a su trabajo como sacerdote y ella, abogada, es maestra en la Universidad de Lund. Es en ese salto temporal donde Stella conoce a Chris y entablan una relación. La historia se complica cuando Chris es encontrado muerto en un parque y Stella es arrestada como la principal sospechosa.
Para evitar los spoilers pues ya conté demasiado, creo que ya no daré más detalles sobre Una familia normal para no echar a perder la experiencia si deciden verla. Lo que sí puedo comentar es que se trata de una miniserie bien realizada, sobria en su producción y mesurada en las actuaciones de sus personajes, tanto así, que por momentos parecen imperturbables; llevan sus conflictos familiares y personales con estoicismo al estilo sueco, de manera muy diferente a nuestro estilo mexicano. La verdad es que los Sandell son de Suecia y nosotros estamos en México, pero finalmente la familia normal que describe la miniserie se parece a muchas familias occidentales de los países europeos, de México, de Latinoamérica, de Estados Unidos o Canadá.
Resulta también interesante observar una de las líneas argumentales que corresponde al funcionamiento del sistema judicial sueco que enfrenta Stella como acusada, no muy diferente al sistema mexicano en su legislación e instituciones, pero tal vez sí distinto en la práctica. Asimismo, lo que hacen los padres para ayudar legalmente a su hija es algo que bien podrían hacer igual unos padres mexicanos.
La miniserie está basada en la novela Una familia normal del escritor y profesor Mattias Edvardsson nacido en Trelleborg, Suecia, pero que vive en las afueras de Lund, justo donde se desarrolla la historia. La novela fue publicada en 2018 y con ella se inició en el género del suspense psicológico y se convirtió en autor bestseller.
Es importante el año, pues a partir del 1 de julio de 2018, en Suecia se modificó la ley y la violación se define como sexo sin el consentimiento explícito verbal o físico. No hay necesidad de probar una coerción violenta, lo que puso a Suecia en línea con otros nueve países de Europa occidental. Aún con ese cambio, hay pocas condenas por violación en Suecia. Es probable que el escritor Mattias Edvardsson haya tomado esa coyuntura legal para contarnos la historia que no solo tiene que ver con el tema de la violación, sino es una descripción novelada de la sociedad sueca vista a través de la vida “normal” de una familia.
Tratando de traspolar la historia de Una familia normal a nuestro país y explorando sobre el tema de la violencia sexual en México, encontré un artículo ilustrativo publicado por la UNICEF México en noviembre de 2019 donde detalla que:
“La violencia contra las mujeres y las niñas es una de las violaciones más graves de los derechos humanos, extendida, arraigada y tolerada en el mundo. Esta violencia es tanto causa como consecuencia de la desigualdad y de la discriminación de género. A nivel global, 1 de cada 3 mujeres han sufrido violencia física y/o sexual y en algunos países esta proporción aumenta a 7 de cada 10.
La violencia sexual es una de las formas de violencia más extrema que sufren las mujeres y las niñas y se define como cualquier acto sexual cometido en contra de la voluntad de otra persona, ya sea porque la víctima no otorga el consentimiento o porque el consentimiento no puede ser otorgado por razones de edad, por alguna discapacidad o por algún estado de inconsciencia.
A nivel nacional 19.2 millones de mujeres fueron sometidas en algún momento de su vida a algún tipo de intimidación, hostigamiento, acoso o abuso sexual. Por cada 9 delitos sexuales cometidos contra mujeres, hay 1 delito sexual cometido contra hombres. Asimismo, en 2018, 711,226 mujeres fueron víctimas de delitos sexuales en México: 40,303 sufrieron una violación sexual y 682,342 mujeres fueron víctimas de hostigamiento, manoseo, exhibicionismo o intento de violación.
Todas las mujeres y las niñas están expuestas al riesgo de ser víctimas de violencia sexual. Sin embargo, la intersección de diferentes características o factores contextuales como la pobreza, etnia, discapacidad, estatus migratorio, situación de desplazamiento, entre otros, aumentan su vulnerabilidad y las condiciona a enfrentar barreras adicionales para acceder a la justicia o a servicios de apoyo”.
Una familia normal está disponible en Netflix.
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¡A través de este espacio les deseo una Feliz Navidad un próspero 2024!