Último adiós a Graciela Garza Arocha

Graciela Garza Arocha, quien falleció el 19 de agosto, deja un ejemplo como mujer emprendedora y comprometida con la comunidad.

Saltillense por adopción, le caracterizó siempre el compromiso con las mejores causas de la comunidad

Saltillo, Coah.- Este domingo la comunidad saltillense acudió a despedir a doña Graciela Garza Arocha, Gachi como se le conocía cariñosamente, quien falleció el sábado tras permanecer internada por más de una semana en un nosocomio de la ciudad.

Aunque nació en la Ciudad de México, desde temprana edad Graciela Garza Arocha radicó en Saltillo, ciudad donde no únicamente destacó por su espíritu emprendedor y sus aportaciones gastronómicas que le dieron fama en todo el país, sino también por su permanente compromiso con las mejores causas de la comunidad.

“No hay adiós alguno para las almas embargadas por los más cálidos sentimientos de gratitud”, dijo doña Gachi el 17 de noviembre anterior cuando el Patronato del Parque Las Maravillas, del que fuera integrante por más de 26 años, le entregó un reconocimiento por su activa participación que en esa fecha culminó.

Este domingo los saltillenses acudieron a capillas Renacimiento, no únicamente a decirle adiós, sino también a reconocerle por su obra y legado.

Garza Arocha se inició en 1965 con un pequeño negocio de comidas para llevar, y en 1970 estableció La Canasta, restaurante que no únicamente destacó por su oferta gastronómica, sino también por la colección de artesanías y antigüedades, que aún ahí se exhibe, y por su decoración por ejemplo en las fiestas patrias y navideñas.

El buen gusto y cuidado en los detalles que tenía para la decoración no pasaron desapercibidos para las autoridades municipales, que por varios años le encomendaron encabezar el comité pro iluminación navideña de Saltillo.

Graciela Garza Arocha también formó parte del Patronato para el Fortalecimiento de los Valores Éticos en la Educación.

Por su actividad empresarial y por su compromiso con la comunidad, a lo largo de su vida recibió diferentes reconocimientos. En 1994 le fue entregada la Medalla de Honor Canaco, que por primera ocasión recibió una mujer; la comisión de Presidentes de Canirac le reconoció por la Excelencia en la comida mexicana durante más de 30 años.

También recibió el Premio al Mérito Empresarial Restaurantero a nivel nacional; la Presea IMARC en 1999 y la Presea Saltillo en 2018.

A Doña Graciela Garza Arocha le sobreviven su esposo Luis Jaime Tamayo y sus hijos Luis Carlos y Elisa María.