Pantalla
¿Son remakes o son refritos?
La gran seducción es una película sencilla que nos cuenta cómo un pueblo unido y con esperanza es capaz de superar obstáculos y salir adelante
Se siguen estrenando demasiadas películas y series en salas y en plataformas, lo que complica la tarea de seleccionar sobre qué escribir semanalmente en este espacio de Infonor. Eliminando por decisión propia las cintas de Marvel o cualquier otro superhéroe, así como las sagas estilo Star Wars, aún quedan demasiadas opciones para ver, elegir y comentar, pero curiosamente esta semana vi dos películas, que sin saberlo, eran remakes o refritos de éxitos pasados. En el cine fui a ver Contrarreloj, cinta de acción estelarizada por Liam Neeson, y en Netflix vi La gran seducción, comedia dramática mexicana recién estrenada.
El director inglés Alfred Hitchcock reconocido como el gran “Maestro del Suspense” en toda la historia del cine, distinguía con claridad lo que él consideraba la sorpresa y el suspenso en una cinta. En la larga y famosa entrevista concedida al director francés Francois Truffaut, Hitchcock explicaba lo siguiente para marcar la diferencia entre sorpresa y suspenso en dos escenas de una película.
En la primera, dos personas están sentadas en la terraza de un café mientras una bomba está debajo de la mesa y el espectador no lo sabe. La bomba explota. El público se sorprende momentáneamente porque no había indicios de que iba a suceder algo fuera de lo normal.
En la segunda escena, la bomba está debajo de la mesa y las personas conversando no lo saben, pero el espectador sí sabe que está allí, y que en pocos minutos la bomba va a explotar. Esa situación es lo que crea el suspenso. Según Hitchcock, la segunda opción es más fascinante porque el público participa activamente en la escena y quisiera, si pudiera, avisar a los personajes de que la bomba va a explotar.
En la película Contrarreloj estrenada en salas de cine, se presenta una variante sobre la situación explicada por Hitchcock, sólo que la historia va más allá cuando el protagonista Matt se sube a su lujosa camioneta Mercedes. Él va al volante mientras su hijo e hija adolescentes van en el asiento trasero. Matt recibe una llamada a un celular que no es de él y que se encuentra en uno de los compartimientos delanteros. Una voz masculina robotizada le dice que debajo de su asiento hay una bomba y que si se levanta o trata de salir del auto, la bomba estallará. Qué conduzca, siga sus indicaciones y que llame a su esposa. O sea, él sabe de la bomba, nosotros como público también lo sabemos y sin embargo también hay suspenso… ¿explotará o no la bomba?
Así empieza la acción del actor Liam Neeson que interpreta a Matt a toda velocidad por las calles de Berlín siguiendo las instrucciones de su anónimo agresor sin conocer sus intenciones. Y de eso trata toda la película y el suspenso está en eso: si la bomba explotará o no. Claro que de antemano sabemos que el actor es el héroe de la película y seguramente la bomba no explotará, o que si explota, él y sus hijos saldrán ilesos. Eso lo asumimos desde el inicio y nuestra atención y curiosidad se dirigen hacia quién podrá estar detrás de la amenaza y cuáles son sus intenciones.
Lo que averigüé después de salir del cine, fue que Contrarreloj es el tercer remake o refrito de la película española El desconocido estrenada en 2015. Además, existe una versión alemana de 2018 de Alemania, y una más de Corea del Sur con el título de Amenaza Explosiva de 2021.
Hace dos o tres años estaba disponible en Netflix El desconocido que protagoniza el actor español Luis Tosar, con un guión original para cine escrito por el italo-español Alberto Marini. Recuerdo que solamente vi alrededor de 15 minutos y me aburrió, pero la verdad es que la idea es buena. Seguramente si Contrarreloj la hubiera empezado a ver en Netflix tampoco la hubiera terminado, pero como estaba en la sala de cine, pues me quedé hasta el final. Tuve la oportunidad de leer el guión original en Internet y la verdad es que es bastante bueno; y pude apreciar que la nueva película conserva la estructura original con algunas modificaciones para actualizar la historia a nuestra época, así como ligeros, pero no significativos, cambios en el final.
Sin duda Contrarreloj es solo una más de las películas de acción del actor como Liam Neeson que los productores usan como gancho, como garantía para vender la película y llevar más gente al cine. En salas no llevará mucha gente y seguramente pronto estará en alguna plataforma de streaming.
El segundo remake de la semana es la película mexicana La gran seducción recién estrenada en Netflix que cuenta la historia de los pobladores de un pueblo pesquero (ficticio) en México ubicado en una pequeña y aislada isla
La película inicia con la voz de un narrador, es Germán que nos cuenta sus vivencias de niño “Les voy a contar el secreto de vivir en un paraíso llamado Santa María. Somos un pueblo pequeño pero con un corazón del tamaño de un estadio de futbol. 120 personas afortunadas habitamos en este oasis de pescadores. Desde chiquillo siempre quise salir a pescar con mis papás”. Escuchamos en off a Germán al tiempo que vamos viendo imágenes de un pueblito muy pintoresco ubicado en una diminuta isla con imágenes de su infancia mientras veía salir a sus papás a pescar y soñando en el techo de su casa mientras veía las estrellas.
“Un día, todo cambió de repente. La ciudad de al lado abrió una moderna empacadora de pescado y nos dejaron secos de peces… y pesos. Nuestro pueblito se tuvo que conformar con ir mes a mes a recibir unos centavos de apoyo por el desempleo. Sin peces, no tardaron las aves en volar, buscando el sueño… o la pesadilla americana. Mi hermano Pablo fue uno de ellos. Me llamo Germán y lo que corre por mis venas no es sangre, es Santa María. De aquí no me sacan ni con grúa”.
Después de esa breve introducción, nosotros como público y los habitantes de Santa María se enteran de que hay interés de una empacadora de pescado por instalarse en el pueblo, pero que una de las condiciones que establecen los empresarios es que tengan un médico de planta. La historia gira en torno a conseguir un doctor que acepte trabajar en el pueblo y lograr que se quede para siempre. Así, todo el pueblo unido, liderado por el ingenioso Germán, se dan a la tarea de buscar y encontrar un médico, y después de ese primer paso, “seducirlo” para que se quede de manera permanente.
Son muchas las peripecias que pasan los habitantes de Santa María para conseguir un doctor y luego muchos los trucos que tienen que hacer para lograr que el médico decida quedarse en el pueblo. La historia es bastante predecible y como espectadores estamos seguros de qué lo van a conseguir, solo que lo entretenido y divertido de la cinta es el cómo lo van consiguiendo poco a poco.
La gran seducción es una película sencilla que nos cuenta cómo un pueblo unido y con esperanza es capaz de superar obstáculos y salir adelante, y eso creo que se logra transmitir acertadamente con buenas actuaciones y un guión adaptado a la idiosincrasia mexicana. Una buena fotografía que resalta los bonitos paisajes de Santa María (filmada cerca de Valle de Bravo en el Estado de México) y una buena dirección artística que logra una excelente ambientación, ayudan a disfrutar la película.
Solo que después de ver la película, mi esposa me hizo la observación de que le daba la impresión de que la historia de La gran seducción se desarrollaba en otro país. Su comentario me llevó a investigar, y efectivamente encontré que la película mexicana es un remake o un refrito de una cinta franco-canadiense de 2003 escrita por Ken Scott y dirigida por Jean-Françoise Pouliot que se estrenó con el título de La grande séduction.
Además, en 2013, en Estados Unidos se hizo una adaptación de la misma historia y con el mismo título, y en 2014, en Francia se hizo un remake que se tituló ¡Un pueblo prácticamente perfecto! (¡A Village Almost Perfect!) y ahora en México se estrena la película La gran seducción que nos cuenta la misma historia. En YouTube vi el trailer de la cinta original y con esa muestra de poco más de dos minutos, pude apreciar claramente que la película mexicana es prácticamente una calca de la canadiense, solo que con personajes, lenguaje y humor de nuestro México, pero aún así, la película es bastante disfrutable.
Dicho lo anterior sobre Contrarreloj (en cines) y La gran seducción (en Netflix), la verdad es que no me parece mal hacer remakes e incluso creo que algunas nuevas versiones de películas antiguas salen ganando con las adaptaciones, pero no creo que ese sea el caso de las dos cintas comentadas esta semana.