Refuerzan vigilancia en la entrada al Cañón de San Lorenzo

El coordinador operativo de esta reserva natural dijo que anualmente visitan este parque ecológico más de 16 mil personas, que ahora tienen que pasar por un filtro de seguridad y limpieza para poder adentrarse en la montaña.

Impulsan con filtros de vigilancia el cuidado y la reducción de basura, así como una mayor seguridad para los visitantes

Saltillo, Coah.- Gracias a la reja de la entrada al Cañón de San Lorenzo se ha podido frenar que este pulmón de la ciudad siguiera como destino de la basura de vecinos y paseantes, señaló Juan Cárdenas Villanueva, al referir que cada tres meses que se realizan operativos de limpieza se llega a sacar hasta 4 toneladas de desechos, principalmente muebles, enseres de hogar y carros que desechaban en el lugar.
El coordinador operativo de esta reserva natural dijo que anualmente visitan este parque ecológico más de 16 mil personas, que ahora tienen que pasar por un filtro de seguridad y limpieza para poder adentrarse en la montaña.
El Cañón de San Lorenzo, ubicado en el suroriente de la ciudad esta franqueado por dos colonias, Las Teresitas y la Niños Héroes, por lo que al internarse hacia la entrada de este paraje natural se puede ver en el exterior gran cantidad de desechos que los mismos colonos dejan en las calles, pero que antes se tiraban en la zona protegida.
“Antes de la reja en los operativos cada tres meses podías sacar 4 toneladas de basura que podías amueblar una casa, pero con la reja ya mejoró y ahora queremos impactar también en la colonia”, indicó.
En el mismo tenor comentó que la basura atrae también a depredadores como los osos negros, que en este temporada buscan alimento.
Dijo que por la zona de Lomas de Lourdes se han tenido registros por lo menos seis avistamientos, por lo que la ciudadanía debe estar atenta y desalentar a estos animales.
Como consejo señaló que se debe espantarlos con mucho ruido, del claxon, cacerola u otro implemento para que le llegue el mensaje que no es bienvenido. Dijo que de darles alimento o apapacharlos es una señal para que sigan bajando, y se habitúen a las zonas pobladas.