Recurren a Zapalinamé como tiradero clandestino

Sergio Marines, director de Profauna.

En promedio cada semana las brigadas de Profauna recogen 10 toneladas de desechos

Saltillo, Coah.- Visitantes y habitantes cercanos a la Sierra Zapalinamé  dejan desechos que contaminan  esta área protegida donde los guardaparques de la Asociación de Protección a la Fauna  (PROFAUNA) recogen hasta 10 toneladas de basura cada semana, informó el director del organismo Sergio Marines Gómez.

Detalló que se han encontrado residuos de  carnicerías, fruterías y hasta centros hospitalarios, además de basura industrial de empresas que utilizan esta área verde como centro de destino final. 

Recordó que en esta Semana Santa  la expectativa fue de  12 mil visitantes en las áreas recreativas, donde el grueso era en el Cañón  de San Lorenzo.

“Mucha gente todavía sigue acudiendo a las faldas de la sierra a tirar basura cuando tenemos uno de los mejores sistemas de recolección por lo menos en Saltillo y es lamentable que teniendo ese sistema tan bueno, la gente usa el lugar como tiradero”, dijo.

Resaltó que en los operativos regulares, es decir el que se realiza fuera del periodo vacacional, se recogen hasta 10 toneladas de basura. 

Indicó que aunque cada vez es menos, debido a que ya se colocó una puerta en la entrada del cañón de San Lorenzo, en los márgenes de la ciudad se mantiene la problemática.

Señaló que las principales tareas son la recolección de basura, pues la localización de los responsables es casi imposible, debido a que lo tiran a altas horas de la madrugada.

“Es difícil que haya alguna infracción, ya que lo hacen muy  temprano en la madrugada o en la noche, pues saben que están haciendo algo malo”, dijo.

Lamentó que el año pasado les tocó realizar operativos de limpieza y a las dos horas ya había basura de nueva cuenta.

Destacó que aunque no son muchas personas quienes realizan estas actividades, las pocas llevan cantidades de basura impresionantes.

Indicó que entre los residuos que se recogen van desde los que son desechados por las empresas, negocios, de viviendas, hospitales, fruterías, carnicerías, e  incluso de propaganda de partidos políticos.

“Hemos tenido escombro, de todo tipo de residuos, pero la más común es de las casas, donde alguien que se cambia junta todo lo que dejaron y van lo tiran a la sierra”, dijo.