Opinión
Sábado 05 de Octubre del 2024 08:16 hrs

Por Encima de los Políticos o “E” menos 20


La elección que se aproxima es una batalla cultural entre diferentes Méxicos con diversidad de origen, actividad, condición económica y social, que decidirán el futuro de todos, de una forma emocional

No es posible saber lo que pasa por la cabeza de otra persona. Inclusive, es complicado entender lo que pasa por la cabeza de uno mismo. 

Expertos y estudiosos coinciden que el ser humano piensa, habla y actúa guiado por sus sentimientos: esa parte aprendida de forma no consciente, que nos lleva a relacionarnos dentro de un grupo social y a tener éxito colectivamente. 

Las acciones y decisiones de cualquier persona solo tienen un velo de racionalidad, usada para auto justificarse, después de que fueron las emociones quienes las impulsaron. Emociones que se aprenden inconscientemente a través de la cultura a la que nos exponen desde el nacimiento. 

Este sexenio, visto con racionalidad, representa el epítome de todo lo que no ha funcionado en nuestro país; los peores vicios de nuestra nación acumulados y potencializados por un liderazgo sin escrúpulos, generalizando un ambiente de polarización que hace, todavía más difícil, actuar, como sociedad, racionalmente. 

Por esta razón es que, por encima de los resultados que se presentan en este sexenio, la elección que se aproxima es una batalla cultural entre diferentes Méxicos con diversidad de origen, actividad, condición económica y social, que decidirán el futuro de todos, de una forma emocional. 

Los mexicanos que siempre han vivido al día y no han experimentado la oportunidad de salir de la miseria: un segmento de la población, que por desgracia es muy grande, es un fuerte reto para convencer. Será necesario igualar y superar a la estructura de tierra, que se presenta a la puerta, construida desde el gobierno y que se usará de forma electoral. 

La gran oportunidad está, sin embargo, en el segmento que, por actividad, origen, condición económica y social, creería en la alternancia y los contrapesos que eviten los abusos de los gobiernos y gobernantes. 

Vale la pena preguntarse ¿Qué es lo que motiva a este segmento? y ¿Por qué, cualquiera que, a él pertenezca, estaría dispuesto a votar por la continuidad? 

Un personaje público, con historia conocida y foro, que representa, precisamente, a esa población es Tatiana Clouthier. Ella, a raíz de su colaboración como Coordinadora de Vocería para la candidata oficialista, ha regresado a los reflectores en este fin de precampaña.

El 6 de octubre de 2022 ella renunció a la Secretaría de Economía. Con esto se rompía el último eslabón que intentaba reconciliar la técnica y el conocimiento con la realidad de este gobierno. Clouthier renunció unos días después de presentar, desde la Secretaría de Economía, la Estrategia Rumbo a una Política Industrial.

El documento que acompañó a esta presentación fue algo no visto en este sexenio, que emocionó y dio esperanza a muchos de los generadores de valor, empleos y contribuciones de México. Un documento que, aun cuando sin especificidades, presentaba una política pública sólidamente sustentada, profundamente analizada y correctamente generada. 

Por la sucesión de fechas, es difícil pensar otra cosa más que fue esta “estrategia” lo que propició las condiciones para su renuncia. No quedaba duda de la capacidad de la, entonces, Secretaria. Tampoco quedaba duda de que se había topado con una barrera infranqueable en una administración que no estaba interesada, o no entendía, que es, a través de la generación de valor, como se desarrolla una nación.  

La estrategia que presentó nos demostró que Tatiana Clouthier entiende de los retos históricos y futuros de México. Con origen y participación empresarial e industrial, sabe que, una correcta gestión económica, tiene el potencial de corregir injusticias y crear bienestar, más allá de la empresa, a toda la sociedad. 

Las condiciones de la ruptura empujaban a pensar que nunca regresaría. Nadie que recibiera tal desprecio volvería. Pero regresó, y, por lo que se ve en entrevistas y publicaciones, más dogmatizada y menos racional que anteriormente. 

¿Qué es lo que hace que, una persona con la historia y el bagaje de Tatiana Clouthier, sienta afinidad a aquello que representa todo lo contrario a la cultura de la que proviene? Cuyos propios familiares ven como incomprensible. 

¿Qué detonaría los “resortes” emocionales para que los mexicanos de este segmento cambien de decisión? 

Vida, verdad y libertad puede no ser la respuesta, pero es un buen comienzo, ahora hay que lograr que sea creíble por encima de los políticos. 






OPINION

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