Metadatos, clave para la identidad y la memoria digital
- Por: Redacción --
- 28/05/2022 @ 05:40 --
- Mexico
- Especiales
Destacan académicos y especialistas que resguardar contenidos de la Web 2.0 debería ser uno de los principales objetivos de las instituciones de información
Ciudad de México.- Ante la conformación de identidades digitales, la personificación y la dimensión a través de los datos, avatares y contenido que se genera en el ciberespacio, una parte cada vez más creciente y significativa de la comunicación humana en los sectores se genera a través de las plataformas digitales, por lo que el resguardo de ese material debe ser clave para la preservación digital.
De acuerdo con la especialista en Preservación de Datos, Arien González Crespo, el resguardo de la la Web 2.0 debería ser uno de los objetivos más importantes para las instituciones de información en la actualidad.
Durante su participación en la conferencia inaugural del “Congreso Internacional sobre Metadatos”, organizado por el Instituto de Investigaciones Bibliotecológicas y de la Información (IIBI), la también colaboradora de la Biblioteca Daniel Cosío Villegas de El Colegio de México manifestó que académicos e investigadores en general, periodistas, políticos, economistas, negociantes, estudiosos del mercado, abogados, funcionarios públicos y maestros, reconocen la importancia de la comunicación en las redes sociales como fuentes primarias de información.
En su exposición, “Metadatos sociales y preservación digital. Cinco retos para las instituciones de la memoria”, González Crespo comentó que para bibliotecas y archivos, dejar de lado estos cuerpos de información y memoria social significaría, en un futuro no muy lejano, quedar al margen de los diálogos más importantes de la contemporaneidad y dejar de servir en su función histórica. Es decir, como repositorios de conocimiento, de memoria y espacios de acumulación de la huella documental del ser humano.
Preservar la Web 2.0 o los medios sociales, “es también uno de los trabajos más difíciles y menos conocido en nuestro medio”. Por cientos de años, bibliotecas y archivos han estado preparados para lidiar con objetos materiales concretos, tangibles, “desde una posición de autoridad intelectual sobre su cuidado y representación”.
“En esos recintos no es extraño encontrar entre las donaciones de investigadores manifestaciones de medios sociales como capturas de pantalla o transcripciones de Twitter, Facebook, Instagram, etcétera. A partir de la Ciencia de Datos se desarrollan y difunden metodologías para su estudio, incluso desde las propias bibliotecas académicas”, añadió.
BIG DATA, UNA CLAVE HUMANA
Los resultados del análisis de los datos de las redes sociales, analizadas como Big Data, en numerosas ocasiones poseen alto valor económico en el mercado, por lo que las compañías de medios exitosos se volvieron millonarias.
Arien González señaló que conservar la información que deriva de las redes sociodigitales “apela al sentido poético de atrapar el momento fugaz y todas las sugerencias de eternidad que contienen; desde sus inicios, la preservación digital ha partido de la pregunta: qué debe preservarse”. Emprender esta tarea, no es una opción, sino una obligación.
Como parte del resguardo digital de los contenidos en los medios sociales, abundó, el trabajo con los metadatos es otro de los espacios en blanco en la producción científica de nuestro campo.
Detalló que los medios sociales son el conjunto de aplicaciones basadas en internet o dispositivos móviles que permiten a los usuarios formar redes en línea o comunidades, aunque de acuerdo con estudiosos del tema, la Web 2.0 y medios sociales se tratan como sinónimos.
DESCARTAN SU VALOR Y RIQUEZA
Para González Crespo otra de las causas identificadas para que las instituciones no trabajen con metadatos sociales, es que los consideran innecesarios o inútiles. Entre las motivaciones para laborar con esta información es obtener puntos de vista diferentes, crear presencia en el espacio digital, incrementar la participación del público y comprender sus intereses.
Entre los retos para las instituciones de la memoria, refirió, deben aceptar la contribución de otros sectores en el sistema de preservación; identificar los metadatos sociales como objeto o parte de la conservación digital; construir el conocimiento necesario para atender esa realidad a partir de un cambio de pensamiento hacia el futuro; desarrollar infraestructura adecuada, herramientas y/o sistemas, además de considerar las cuestiones éticas y los derechos.
En síntesis, acotó, los metadatos sociales constituyen un objeto de interés y apoyo para la preservación digital. Por ello debe desarrollarse el conocimiento y los instrumentos para trabajar con ellos, además de generar los marcos jurídicos y políticas públicas para hacer posible la conservación digital.
SIN BÓVEDA PARA RESGUARDAR DATA
Es este punto donde otros especialistas coinciden en la necesidad de capturar la esencia de la actividad humana en el cibersespacio a través de la preservación de esa interacción. No obstante, otros especialistas también advierten de los riesgos que se generan al no poder mantener en una bóveda de seguridad, datos que son fáciles de recolectar y además que fomentan el desarrollo de otras actividades que podrían provocar perjuicio en los usuarios.
La profesora de Filosofía y Ética de la Universidad de Oxford, Carissa Véliz Perales, advierte que “los datos que como usuarios dejamos al hacer uso de internet son bienes tóxicos, porque nos exponen a riesgos de seguridad personal, a la posibilidad de ser extorsionados y discriminados”, afirmó.
Al dictar la conferencia “Privacidad, Inteligencia Artificial y Democracia En La Era Digital”, organizada por el Instituto de Investigaciones Filosóficas de la UNAM, resaltó que en la era digital es necesario mantener a salvo nuestra información personal para protegernos y preservar la salud de las democracias.
DOS EJEMPLOS DE RIQUEZA DE LA DATA
Haber ignorado el vínculo entre privacidad, inteligencia artificial y democracia es una de las razones por las cuales hoy nos enfrentamos a problemas democráticos. Con frecuencia se pensó en los datos personales como algo puramente técnico o legal, pero no ético, ni político.
De la misma manera se consideró la privacidad de aquella información que nos identifica, como algo extra, un lujo, o una preferencia personal, narrativas que convenían a las empresas tecnológicas, enfatizó.
Carissa Véliz dijo que recientemente han ocurrido, al menos, dos asuntos importantes que cambian al mundo. En México, la Suprema Corte de Justicia de la Nación resolvió que el Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil es inconstitucional, al considerar que representaba un riesgo al derecho a la privacidad e intimidad.
“Eso es importante, pues el riesgo era que tuvieran toda la información personal de la población: fiscal, financiera, etcétera, registrada en bases de datos que nadie sabe a ciencia cierta qué tan seguras serían, pues estos grandes ‘almacenes’ son vulnerables a hackeo, lo que pone en riesgo información sumamente sensible y lo es mucho más cuando se vive en un país con alta inseguridad como México”, acotó.
El otro asunto tiene que ver con el nuevo dueño de Twitter: Elon Musk, quien acaba de comprar esa red sociodigital. “Uno podría pensar qué tiene que ver esto con la privacidad o con la inteligencia artificial, pues estamos acostumbrados a percibir a esta plataforma como algo etéreo y abstracto”.
REFINANCIAR AL CIBERESPACIO
El modelo de negocio de la empresa dentro del ciberespacio es la venta de los datos personales de sus usuarios a bancos, aseguradoras, gobiernos y otras compañías que, a su vez, los revenden y pueden utilizarse para casi cualquier cosa, alertó la filósofa hispano-mexicana, por lo que esto es una situación que debe cambiarse para evitar violaciones a la intimidad y a la identidad digital en general.
Como cualquier otra red social y websites, se basa en la inteligencia artificial popular y funcional que es el “machine learning”, que funciona a base de enormes cantidades de información, para determinar qué post saldrá primero y mostrar anuncios de las preferencias de los usuarios.
Su relación con la democracia es demasiada, ya que existen estudios que demuestran cómo el discurso tóxico, y en particular las “fake news”, disminuyeron sustancialmente en Twitter a partir de la suspensión permanentemente del expresidente Donald Trump, de la App.
Asimismo, Elon Musk compró Twitter sin ningún proceso democrático a pesar de que esta plataforma se ha vuelto una especie de plaza pública. “Su nuevo dueño tiene cierta filosofía sobre el discurso libre, y ha decidido que cualquiera exprese lo que sea, lo cual podría tener impacto en la democracia de Estados Unidos, de México y otros países”, abundó.
De acuerdo con la experta, cada dato personal que recopila una institución, es un punto débil, constituye una potencial demanda, hackeo o fuga de información.
“En realidad, crean su propio riesgo porque es fácil recolectar los datos personales, pero difícil de mantener bajo seguridad, porque todo mundo los quiere y son hackeables, pero también son tóxicos porque nos exponen como sociedad a daños graves, como la erosión de la igualdad, porque ni a mujeres ni a hombres se les trata como semejantes, a ellos se les muestra los anuncios mejor pagados, por ejemplo”.
Los websites y redes sociales reúnen innumerable información de sus usuarios: quiénes son, dónde trabajan quiénes constituyen su familia, qué enfermedades padecen, qué se busca online, “incluso dónde estamos en cada momento”.
LOS PELIGROS DE UNA ‘DICTADURA DIGITAL’
En la actualidad, sería sumamente difícil luchar contra un régimen totalitario con la información que la tecnología ha recopilado de nosotros; en el momento que contactas con alguien el gobierno lo sabe. “Estamos construyendo una arquitectura de la vigilancia que cualquiera puede vulnerar en un momento en el que la democracia en el mundo no está en su punto más fuerte”, resaltó Véliz Perales.
Se requieren diversas medidas, tanto de legislación como de diseño de tecnología, para la protección de los datos personales. Sin embargo, si el modelo de negocio en internet fuera diferente, no habría incentivo para que la gente estuviera enganchada el mayor tiempo posible a sus contenidos, principalmente a las fake news.
“Es momento de repensar cómo se financia internet y cuáles son los modelos de negocio compatibles con la democracia, lo que hoy decidamos, las leyes que pasen hoy, determinarán nuestra vida política y social, además de nuestra ética en las próximas dos o tres décadas”, finalizó Carissa Véliz.
La experta comenta que si hubiera una legislación que antepusiera la privacidad, si se prohibiera la economía de datos personales, sería más difícil hacer estos guetos de información y no existirían algoritmos que generen que las personas se mantengan el mayor tiempo posible, con lo que el tipo de contenidos que se favorecieran sería diferente.
El nivel de toxicidad de algunos datos es alto, por lo que deberían estar fuera del mercado. Además, manifestó su desacuerdo en tener un modelo de negocio basado en la violación sistemática y masiva de derechos, pues los datos personales no se deberían vender ni comprar, como no compramos ni vendemos a personas y votos.
“Es momento de repensar cómo se financia internet y cuáles son los modelos de negocio compatibles con la democracia, lo que hoy decidamos, las leyes que pasen hoy, determinarán nuestra vida política y social, además de nuestra ética en las próximas dos o tres décadas”, finalizó Carissa Véliz.