‘Madrugan’ desvelo y falta de descanso a mexicanos

Exhiben estadísticas de organismos como la OCDE y World Statistics que sin importar que los mexicanos son de los que más temprano se levantan, la mala calidad del sueño y la falta de descanso real exhiben más improductividad y exceso de trabajo; advierte UNAM que el país tiene una sociedad restringida del sueño

Ciudad de México.- El 17 de marzo se celebra el Día Mundial del Sueño, y aunque México es uno de los países que ostenta rasgos como ser de los “últimos en ir a dormir”, y de los primeros en “madrugar para que Dios lo ayude”, la realidad es que tanto esfuerzo y dedicación por mejorara su productividad en realidad no parece dar los resultados esperados.
Sin embargo, este problema no radica sólo en el país, la realidad es que la revolución tecnológica, la hiperconectividad y el ritmo de vida generado por el hiperconsumismo también han causado estragos en la manera en que se descansa. 
Una problemática que afecta al mundo desde hace años es el poco tiempo que se destina para dormir, situación que afecta sobre todo a quienes viven en las grandes ciudades. Por otro lado, resulta vital que la gente comprenda que tener insomnio puede ser remediable y que roncar no es sinónimo de sueño profundo, de acuerdo con especialistas de la Clínica de Trastornos del Sueño (CTS) de la UNAM, que este 17 de marzo celebra 25 años de realizar investigaciones y estudio sobre la manera en que descansan los mexicanos.
Rafael Santana Miranda, responsable de la CTS, comentó que de acuerdo con datos del INEGI vivimos en una sociedad restringida de sueño, lo cual conlleva al desarrollo de otros problemas como las parasomnias y las adicciones. Dormir mal provoca cansancio, somnolencia, síntomas de enfermedad mental, depresión y disminución en la productividad en el trabajo, entre otros.
“¿Qué tanto tabaco, refresco, alcohol y café consume la sociedad?, reflexionó el investigador. Las personas ya no solo buscan activadores, sino sustancias depresoras”, explicó Santana Miranda, mientras que Ulises Jiménez Correa, especialista del área clínica, comentó: hoy se debe trabajar en recuperar la calidad de vida, especialmente luego de la pandemia por la COVID-19, pues uno de sus principales síntomas es el insomnio.
Otra situación que se ha vuelto común tiene que ver con alteraciones en el sistema nervioso periférico, lo que provoca lo que se conoce como síndrome de piernas inquietas, ejemplificó el universitario.
La profesora titular del curso de alta especialidad en medicina integral del sueño, Gabriela Millán Rosas, recordó que en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino, realizada en 2016, se preguntó por primer vez cómo dormimos y los resultados fueron que los mexicanos lo hacemos menos de ocho horas, las mujeres menos en comparación con los hombres, además de alto índice de insomnio y trastornos respiratorios.
El no dormir bien hace que el paciente se ponga estresado, ansioso y llega a un punto en el que se genera un círculo vicioso donde una cosa lleva a otra. Muchas veces las personas acuden con nosotros por algún trastorno que les provoca escalas de ansiedad, depresión o mala calidad de vida, detalló la especialista.

¿MADRUGAR Y DE TODOS MODOS SER IMPRODUCTIVO?
De acuerdo con un ranking publicado por el sitio World Statistics, el cual fue divulgado por medios de todo el país, México está en la lista de los “madrugadores”, con una hora promedio de despertarse a las 7:09 de la mañana, aunque la realidad es que millones de mexicanos se levantan antes de las 4:00 de la mañana para realizar todo tipo de tareas, eso sin contar a quienes no duermen por los llamados terceros turnos en las industrias y en el sector productivo.
El ranking publicado advierte que México es de los países que “se levantan más temprano en América Latina y en el mundo”, ya que sólo hay dos países por encima de él en el ranking: Colombia e Indonesia. 
Sin embargo, los datos presentados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) contraponen los deseos de productividad por mayores jornadas laborales. Esta información ha sido reiterada por la OCDE desde 2016, ya que ha exhibido con anterioridad que México es uno de los países menos productivos por hora laboral, sin importar que es de los que tiene jornadas laborales más largas a nivel global, las cuales oscilan entre las 48 y hasta 56 horas.
De acuerdo con Statista, otro portal de estadísticas, mientras una hora promedio de trabajo en México aporta 22.2 dólares en Irlanda se obtienen casi cinco veces más o 110 dólares por hora.

DE LOS ÚLTIMOS DE IR A DORMIR…
De acuerdo con los rankings de World Statistics, México también figura en la lista de países donde la gente se acuesta más tarde, ya que la mayoría se duerme al menos veinte minutos después de la medianoche,
De acuerdo con el Índice de Competitividad Internacional 2022 (IMCO), México obtuvo la posición 37 de los 43 países evaluados, con un nivel de competitividad bajo respecto a las otras 42 economías.
Los especialistas advierten que ante esta situación se reflejan aspectos torales que deben ser fundamentales en el desarrollo de políticas públicas que permitan que las jornadas laborales se reduzcan, que las revisiones salariales estimules e impulsen el desarrollo y el interés por la carga laboral al generar más rendimiento para los trabajadores, esto sin mencionar el carácter del salario emocional para las nuevas generaciones.
Asimismo, también señalan que las estructuras laborales deben ser más flexibles e impulsar que los trabajadores “no se queden trabajando más”, sino que sean capaces de desarrollar su labor con eficiencia y eficacia, por lo que el concepto de “horas extra” comienza a visualizarse solo como una medida de urgencia ante una contingencia empresarial.

MÁS HORAS DE TRABAJO NO SIGNIFICAN RENDIMIENTO
*De acuerdo con datos del INEGI vivimos en una sociedad restringida de sueño, lo cual conlleva al desarrollo de otros problemas como las parasomnias y las adicciones. 
*Dormir mal provoca cansancio, somnolencia, síntomas de enfermedad mental, depresión y disminución en la productividad en el trabajo, entre otros.