A Quemarropa
Las Dos Vías
Todos los partidos políticos impulsan la agenda “progresista” que conlleva la promoción del lobby LGBT, el aborto, la ideologización de nuestros hijos, la satanización de la maternidad y el matrimonio con un largo etcétera, todo ello como las grandes metas tras bambalinas de la agenda 2030 promovida por la ONU
El México Católico se enfrenta a dos grandes disyuntivas.
La primera, decidir entre Morena y su corcholata o por Xóchitl Gálvez y los partidos amalgamados en el Frente Amplio por México.
La segunda, votar por una coalición de partidos como lo es el Frente Amplio o por un candidato independiente que se aleje de todos los partidos políticos.
El objetivo general de ambas es el mismo: sacar a Morena del poder para evitar la dictadura
Los objetivos específicos son diferentes:
Todos los partidos políticos impulsan la agenda “progresista” que conlleva la promoción del lobby LGBT, el aborto, la ideologización de nuestros hijos, la satanización de la maternidad y el matrimonio con un largo etcétera, todo ello como las grandes metas tras bambalinas de la agenda 2030 promovida por la ONU.
Ahora resulta que los panistas son de izquierda, que los empresarios promotores de la ola rosa son de izquierda y que todos los partidos en México son pro izquierda.
Por otro lado surge la figura de Eduardo Verástegui como candidato independiente, católico, con objetivos como la promoción del respeto a la vida desde la concepción, el fortalecimiento de la familia para el sano desarrollo de la sociedad y el vivir los valores cristianos como mecanismo para lograr un México próspero, armónico, justo y honesto.
El grave problema es que se requiere la suma de los dos para sacar a Morena del poder y evitar su enquistamiento y tal parece que resulta imposible la unidad.
La división llevará irremediablemente a perder el proceso electoral de 2024 ante Morena, con la salvedad de que Morena también se fracture y cambien los escenarios electorales.
Los católicos tenemos una carta abierta en el Frente Amplio en la persona de Ignacio Loyola, ex gobernador panista de Querétaro, católico y que en su momento logro el estado con menores índices de corrupción en el país y el que alcanzó mayor desempeño gubernamental.
Así pues, existen dos vías para que los católicos podamos tener representación: vía los partidos con Ignacio Loyola con una propuesta más afín y Eduardo Verástegui por la vía independiente.
La primera es una medida de contención, la segunda es jugarse el todo por el todo.
Que difícil decisión para los católicos y en general para todos quienes nos decimos cristianos.
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Esta historia continuará….porque apenas inicia