La magia de un libro está también en su producción
- Por: Rebeca Rodríguez --
- 17/09/2021 @ 13:10 --
- Especiales
Para una impresión de calidad hay que cuidar detalles que van desde la temperatura en que se trabaja, hasta el justo equilibrio entre agua y aceite, base de la técnica en offset
Saltillo, Coah.- Aún con la tendencia digital y el mundo al alcance de un click, nunca será igual la experiencia de hojear por primera vez un libro, disfrutar el diseño y oler el papel; precisamente como es increíble descubrir lo que hay en el interior de un texto impreso, lo es conocer el proceso que hay detrás de su producción.
Patricia Fernández Álvarez, diseñadora gráfica y directora de operaciones de Infocolor impresores, nos dio una amplia descripción de lo que hay detrás de la impresión de un libro.
Comenzó explicando que una vez que el autor y su cuerpo editorial han terminado el diseño y selección de ilustraciones, incluida la revisión final de ortografía y estilo, hay dos opciones de trabajo inicial para el equipo impresor, la primera de ellas es preparar lo que será la diagramación que contempla el acomodo de los elementos entregados por el creativo y darles forma gráfica, la otra vertiente implica solamente realizar las correcciones y dar paso a la primera etapa de la impresión pues el cliente ya entregó el esquema final de cómo irán los textos e ilustraciones ordenados.
Aclaró que no es lo mismo un proyecto para offset que hacerlo para digital, pues son sistemas diferentes ya que el primero irá impreso en papel, mientras que el segundo se verá en una pantalla (lo que conocemos como PDF), y alertó en este punto la diferencia entre estética y funcionalidad, y subrayó que el objetivo es que se cumplan ambas características de acuerdo al tipo de producto.
Cuando se trabaja una publicación para offset se requiere un sistema de impresión con agua y aceite como base, y es la lucha entre ambos líquidos lo que proporciona la variación de color y elementos que el prensista debe cuidar, de ahí –explica Patricia Fernández- que sea más conveniente un tiro largo, porque así el costo no se eleva tanto para la producción, y por ende al cliente porque imprimir cantidades pequeñas impacta significativamente la inversión por ejemplar.
Algo importante a considerar son las condiciones de temperatura ambiente y humedad que deben estar controladas a no más de 22 grados centígrados para asegurar una buena calidad de impresión, que las tintas no sufran cambio debido al agua y derivados de alcohol que se utilizan, e incluso evitar deformaciones en el papel si es expuesto a cambios drásticos de entorno.
Francisco Reyes López, jefe de producción de Infocolor, ejemplificó que un papel llega a estar cuando menos un día antes en almacén para que se acondicione y permanezca en el área de trabajo para un mejor control de temperatura.
Como en años anteriores, en la edición 2021 de la Feria Internacional del Libro Coahuila, la empresa de impresiones Infocolor realiza materiales de difusión y algunas publicaciones que estarán presentes en la llamada fiesta de las letras, “El niño que se quedó a vivir arriba de una nube”, del escritor lagunero Quitzé Fernández, es uno de los libros que el equipo encabezado por el ingeniero Ricardo Orduña Araya produjo esta vez.
Sobre este caso particular, el texto llegó a la empresa con diseño e ilustraciones, fue el staff de pre prensa y diseño quien hizo los ajustes para impresión offset y las sugerencias del tipo de papel, doblado o alzado (intercalado) de las hojas y acabados que tendría, pues estas características van directamente relacionadas en el costo del producto, al respecto Patricia Fernández apuntó “Nosotros no vendemos papel, vendemos actividades”.
En la segunda etapa, el departamento de Producción a cargo de Francisco Reyes emite una orden de trabajo que detalla las especificaciones y materiales que se van a necesitar. En ese punto el área de guillotina recibe el papel para hacer los primeros cortes para dejarlo al tamaño necesario, y lo entrega a la prensa que se vaya a usar para que reciba el Dummy que servirá como base para las pruebas de tonalidades, en el caso de Infocolor se calibra de forma digital.
Después de las pruebas y ajustes necesarios y que se alcanza la cromática que indican las especificaciones del diseño, es que comienza la impresión que utiliza la lámina o placa de aluminio que lleva la imagen que se trasladará al pliego.
En este punto se llega al clímax de producción: La impresión.
La máquina impresora tiene en su mecanismo rodillos que toman la tinta y el agua que limpia los excesos de ésta para trasladarlo luego a una mantilla que finalmente deposita la imagen en el papel. Reyes López recordó que la base son los cuatro colores primarios: Cian, Magenta, Amarillo y Negro, de los que nacen todas las posibilidades de tonalidades necesarias. En Infocolor cada equipo tiene cuatro unidades, una para cada color.
El paso que sigue es regresar cada pliego, ya impreso, al área de guillotina para eliminar los excedentes de papel y las indicaciones que estaban marcadas al prensista para el producto final.
Es así como el departamento de acabados recibe el material para una última revisión pieza por pieza, y manda el trabajo para intercalado manual de las páginas interiores, esta es una fase artesanal que garantiza precisión y calidad; luego pasa al proceso donde se une la portada y forro, cuyo componente es distinto al resto de la edición.
Respecto al forro, lleva acabados diferentes entre los que puede estar un barnizado que implica 24 horas de reposo para que después de impreso la tinta se ancle antes del barniz en proceso UV.
En la siguiente etapa, el área de guillotina recibe nuevamente el material pero ya integrado, esta vez para igualar las dimensiones de interiores con exteriores, llega al pegado, y después de ello se refila, es decir, el libro recibe su tamaño final.
En cada caso cambia el estilo de entrega, y en algunos lleva un retractilado, lo que significa que el libro se encapsula en plástico.
Finalmente, Francisco Reyes aclaró que cada publicación tiene características y requerimientos distintos, pero en promedio desde el departamento de preprensa, o etapa inicial, hasta que el producto está listo son 14 las etapas de producción y el proceso involucra a alrededor de 12 personas en total.
El tiraje trabajado está vez de “El niño que se quedó a vivir arriba de una nube” fue de mil ejemplares e implicó entre 6 y 7 días hábiles de trabajo.