Opinión
Viernes 25 de Abril del 2025 17:46 hrs

Pantalla

La Dama del Silencio: El caso de La Mataviejitas


Lo que deja muy claro el documental es que a pesar de que las autoridades eran las más interesadas en resolver el caso, cometieron muchos errores y las líneas de investigación estaban alejadas de lo que finalmente resultó ser, al atrapar a una mujer en vez de hombre corpulento que estuvieron buscando durante varios años

“Todos sabemos quién es La Mataviejitas, es parte del imaginario colectivo, pero en un caso tan mediático, lo que cayó al olvido se volvió lo más importante para mí. Esto nos jaló y nos dejó claro que no sería un documental que se enfocaría en Juana Barraza, ella es solo el pretexto para contar la historia, pero el gran descubrimiento fue poder cambiar el foco y dar voz a las víctimas de un sistema de justicia”, dice María José Cuevas, directora del documental La Dama del Silencio: El caso de La Mataviejitas, en entrevista para la revista Chilango

Considero que esa declaración de la directora resume bastante bien el espíritu del documental recién estrenado en Netflix, donde efectivamente, son los parientes y los amigos de las mujeres adultas mayores asesinadas por Juana Barraza a través de quienes la cinta va contando la tragedia que vivieron y que aún siguen viviendo los que sufrieron la pérdida de su madre, de su abuelita o de su vecina y amiga. Pero también están las historias de los inculpados injustamente de los homicidios, una de ellas -Araceli Vázquez García-  aún en la cárcel después de 19 años, y de otro -Mario Tablas- que murió en prisión.

El documental está bastante bien escrito, realizado y editado de forma tal que a pesar de tratarse de un caso muy mediático y conocido, mantiene el interés en el espectador porque hace una recreación total del caso usando material de archivo de la época combinado con entrevistas actuales con las autoridades e investigadores policiacos involucrados en el caso, así como con los testimonios de parientes y amigos que referí anteriormente. Incluso se incluyen entrevistas con algunas de las amigas de Juana Barraza y con los dos policías que materialmente atraparon a Juana Barraza cuando huía del lugar de su último crimen, al ser descubierta prácticamente infraganti por un amigo de la víctima unos pocos minutos después de cometer el feminicidio.

El caso de los homicidios de mujeres adultas mayores cometidos entre 1998 y 2005 capturó la atención de los mexicanos, pues tan pronto se estableció que los crímenes podían estar atribuidos a un asesino en serie, situación que los investigadores detectaron cuando ocurrió el sexto asesinato, los medios de comunicación impresos y electrónicos comenzadon a darle una cobertura amplísima y de la nota roja pasó a las primeras planas y a las notas principales de los noticieros de radio y televisión. 

La policía del Distrito Federal se enfrentó al caso inédito de un posible asesino en serie que no había existido en la historia moderna de México. Las autoridades estaban desconcertadas, la población alarmada y las adultas mayores, de por sí más vulnerables, estaban aterradas. Cada crímen que se cometía con esas características, más se magnificaba en los medios. Se hicieron muchísimos retratos hablados del “sospechoso” de acuerdo a algunos testigos involuntarios de los hechos. Y durante los años que duró la investigación siempre se habló de “El Mataviejitas”, sospechando, con ciertos fundamentos de investigación, que el asesino era un hombre alto, corpulento, de manos grandes y posiblemente con conocimiento de la técnica de la lucha libre. Se le atribuyeron 46 homicidios de adultas mayores, todos cometidos en el Distrito Federal.

En enero de 2006 se atrapó a Juan Barraza, quien resultara ser “La Mataviejitas”. La detención causo gran sorpresa a las autoridades y a la población, pues ninguna línea de investigación que se siguió, apuntaba a que fuera una mujer la asesina serial, la pesquisa más cercana que involucró al sexo femenino fue que se podía tratar de un hombre disfrazado de mujer, razón por la que indebidamente se acosó a la población de travestis dedicados a la prostitución en la Ciudad de México. Con el paso de los años y la desesperación de las autoridades, pues también “encontraron” a dos falsos culpables, que como mencioné al inicio de la nota, una mujer aún está en la cárcel, y un hombre acusado y sentenciado por algunos de esos crímenes, murió en prisión.

Finalmente se juzgó a Juana Barraza y fue sentenciada a 759 años de prisión, solo se le comprobaron 17 crímenes y algunos robos.

Lo que deja muy claro el documental es que a pesar de que las autoridades eran las más interesadas en resolver el caso, cometieron muchos errores y las líneas de investigación estaban alejadas de lo que finalmente resultó ser, al atrapar a una mujer en vez de hombre corpulento que estuvieron buscando durante varios años.

En entrevista, la directora María José Cuevas y una de las productoras, señalaron que se hizo una larga y profunda investigación del caso de La Dama del Silencio para abordar el tema desde otra perspectiva. La dirección y la edición son bastante buenas en el uso de material de archivo y actual, así como algunas recreaciones que se hicieron para la película que en general tiene una buena producción. El documental La Dama del Silencio: El caso de La Mataviejitas está disponible en Netflix.

Y como mencioné al inicio, esa investigación dio pie, sin duda, a darle, con justicia, la voz a las víctimas y quitar los reflectores a la asesina convicta, y esa investigación está atinadamente plasmada en el documental.

TRIVIA. El título de La Dama del Silencio obedece a que Juana Barraza utilizaba ese nombre “artístico” en la lucha libre. Ella asegura haber luchado, pero en el documental la desmienten. 






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