Mexico
Miercoles 27 de Noviembre del 2024 09:56 hrs

Juegos de azar, ligados al placer y a la sobrevivencia


Hay prácticas como la apuesta que pueden “secuestrar” nuestro circuito cerebral de recompensa y obligan a repetirlas, aseguran especialistas

Ciudad de México.- El desarrollo del juego, incluido el de azar, existe en paralelo al de la civilización y se afianza como actividad lucrativa e industria. En el transcurso de la historia los especialistas le han dado diversos significados y los ligan al placer y a la sobrevivencia.

Los humanos contamos con un sistema que nos hace experimentar sensaciones de bienestar y placer y se relacionan con nuestra supervivencia; por ello, varias acciones simples nos resultan placenteras como beber agua, convivir o el juego, aseguró el académico de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM, Hugo Sánchez Castillo.

En la conducta de apostar, continuó el también investigador del Departamento de Psicobiología y Neurociencia, de la FP, en la cual los individuos ponen en juego dinero y bienes, llega a ser tal el placer experimentado que se aviva ese circuito de la recompensa, así como lo activaría alguna sustancia de abuso, porque el cuerpo busca percibir esa sensación.

“La jugadora o jugador no sabe cuándo parar y tiene expectativas, porque el cerebro en ese momento libera sustancias internas, que le hacen experimentar ese placer y tener una pérdida del control mental”, señaló.

Juego patológico

Por lo general a la adicción se le asocia con drogas; sin embargo, en la actualidad no se puede reducir el término a consumo de sustancias, ya que existen hábitos de conducta que en determinadas circunstancias pueden convertirse en adictivos, aclaró Mariana Viruega Muñoz, maestrante en Psicología de las Adicciones, en la FP, quien indicó:

Basado en la activación de los sistemas de recompensa cerebrales, se podría decir que cualquier actividad normal que resulte placentera para el individuo es posible que se convierta en una conducta adictiva, según la frecuencia, intensidad, tiempo y recursos invertidos.

“Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el juego patológico se refiere como un patrón de comportamiento de actividad persistente o recurrente que puede ser en línea (es decir, a través de internet) o no, del cual el individuo no tiene control, le da prioridad sobre otras actividades y continúa jugando a pesar de las consecuencias negativas”, recordó.

La dopamina, continuó, es el neurotransmisor que el cerebro libera durante actividades placenteras como la comida, el sexo y las drogas, también durante situaciones en las que la recompensa es incierta.

“Aumenta especialmente durante los momentos previos a una posible recompensa. Este efecto de anticipación podría explicar por qué la liberación de dopamina es paralela a los niveles altos de involucramiento en el juego”.







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