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Miercoles 25 de Diciembre del 2024 00:22 hrs

Infartos: bombas de tiempo que estallan en Coahuila

Infartos: bombas de tiempo que estallan en Coahuila Ante la alta incidencia de infartos, la ley en Coahuila prevé que en edificios públicos se cuente con desfibriladores disposición que en la realidad pocos observan.

El Sistema de Atención Médica de Urgencias (SAMU) de la Secretaría de Salud estatal atendió 578 casos de males cardiacos en el primer trimestre de 2022

Los infartos en la vía pública cobraron relevancia en Saltillo en menos de un mes. Al menos seis hombres y dos mujeres perdieron la vida al ser víctimas de algún padecimiento cardiovascular, evidenciando que los males del corazón, además de competir con la covid-19 para ser la primera causa de muerte en el estado incluso en tiempos de pandemia, son una bomba de tiempo que demandan una atención urgente.

El Sistema de Atención Médica de Urgencias (SAMU) de la Secretaría de Salud estatal advierte de la magnitud del problema, ya que de 900 atenciones brindadas a coahuilenses en los primeros tres meses de 2022, el 64 por ciento, es decir 578, fueron relacionadas con algún problema cardiaco, y en cuarenta de estos casos fue necesario el uso de desfibriladores.

El director del SAMU, Erick Sebastián Varela Cortés, explicó que lamentablemente de cada cuatro paros cardiacos que se registran, al menos tres ocurren en la calle. En este contexto recordó que el sector Salud cuenta con 47 ambulancias, todas con sistemas de última tecnología de desfibriladores de 12 caras, electrocardiogramas y otros aparatos que permiten brindar atención para salvarles la vida.

“Tenemos 14 unidades de terapia intensiva y urgencias, más 33 ambulancias hospitalaria que el gobernador Miguel Riquelme ha otorgado a nuestras unidades médicas, todas ellas enlazadas a servicios médicos, a hospitales y que siempre tienen apoyo de médicos y enfermeras”, explicó.

Varela Cortés manifestó también que en Coahuila se cuenta desde 2018 con el decreto de obligatoriedad de contar con desfibriladores en espacios públicos con más de 500 personas de aforo, esto de acuerdo con la Ley de Cardioprotección. Recordó que a raíz de esta ley todos los edificios públicos con grandes concentraciones deben contar con un desfibrilador y el personal capacitado para operarlo.

“Esto con el fin que si una persona presentaba paro cardiaco se reiniciara la reanimación cardiopulmonar y la desfibrilación precoz lo más pronto, tener acceso a un desfibrilador”, añadió el funcionario, quien recordó que cada uno de los 38 Ayuntamientos cuenta con un desfibrilador que les donó el Estado.

Varela Cortés también precisó que todas las llamadas están enlazadas al sistema de Emergencias 911, donde los operadores deben estar capacitados para la canalización de ambulancias en caso de ser una urgencia.

En este sentido dijo que la mayoría de las llamadas confunden dolores de otro tipo con posibles infartos por lo que se hace una entrevista a quien solicita el servicio y es ahí donde debe tomarse la decisión de si se está en un probable infarto. A partir de ahí se decide si es Bomberos, Cruz Roja o las unidades SAMU las que acudan a la atención de los casos donde por obligatoriedad y norma deben de contar con equipo desfibrilador.

DESATAN MUERTES PROTESTAS

El fallecimiento de al menos ocho personas del 17 de marzo al 2 de abril refleja con preocupación que los padecimientos cardiacos son un problema que requiere estrategias no solo desde la prevención, sino para garantizar la atención inmediata para salvar vidas.

El pasado 17 de marzo, Agustín N, de 73 años y Anastacio N, de 67 años perdieron la vida a causa de un infarto en la vía pública en Saltillo. El primer caso se registró en la calle Moctezuma, en la zona Centro, mientras que el segundo ocurrió cuando el hombre, que se dedicaba al transporte de personal, sufrió una convulsión mientras trabajaba, e impactó su vehículo contra una camioneta estacionada.

El 21 de marzo, solo cuatro días después, una mujer, María Eliza de 67 años, se desvaneció mientras platicaba con sus familiares en la calle 11 de la colonia Morelos. Ya no despertó, sin importar que su familia la llevó de urgencia a la Estación Oriente de Bomberos, donde solo confirmaron que ya no se podía hacer nada.

La situación cobraría mayor relevancia social al desencadenar protestas por parte del gremio de taxistas en la última semana de marzo, esto a consecuencia de la muerte de sus compañeros Jesús N, el pasado 23 de marzo en la colonia Satélite Norte, tras un choque con un conductor particular, así como el deceso de José N, de 52 años, quien se detuvo en la calzada Antonio Narro para pedir ayuda al asegurar que sufría de dolores en el pecho. Socorristas de la Cruz Roja trataron de auxiliarlo, pero fue demasiado tarde.

En ambos casos se cuestionó la lentitud de los servicios de emergencia en enviar una ambulancia, lo que desató el encono de los taxistas de la ciudad, quienes se manifestaron por dos días, el 23 y 24 de marzo, al bloquear las oficinas generales de la Secretaría de Salud del estado, en la calle de Victoria, en la zona Centro de la ciudad.

Pasarían cinco días, para que el 29 de marzo Emeterio N, de 74 años, y quien se dirigía a casa de un familiar a hacer una reparación de una instalación eléctrica muriera tras un infarto en la calle de Manuel Pérez Treviño, casi en su cruce con la calle Dionisio García Fuentes, en la zona Centro.

Otro incidente más se registró en la Central de Autobuses de la capital del estado, donde una mujer de 60 años, identificada como María Trinidad N, recibió atención de urgencia en el patio de la central tras desvanecerse en el interior. Paramédicos de Cruz Roja la atendieron, pero ya no contaba con signos vitales.

Por último, el pasado 2 de abril, César Omar N, de 40 años intentó llegar al domicilio de un vecino para pedir ayuda, se desvaneció en la banqueta de la calle Manuel Rodríguez “Manolete”, del fraccionamiento Plaza, frente al número 1565. Paramédicos de Bomberos atendieron la emergencia, pero solo confirmaron que no contaba con signos vitales.

MEDIDAS PREVENTIVAS: EN EL OLVIDO

El pasado 27 de noviembre de 2018, el Congreso del Estado aprobó y publicó la Ley de Cardioprotección del Estado de Coahuila, en cuya exposición de motivos advierte que entre el año 2000 y 2013 las muertes por enfermedades del corazón repuntaron más de 45 por ciento, pasando de 43.5 muertes por 100 mil habitantes a 63.3 en ese lapso.

Datos de Salud estatal sitúan que de 2007 a 2014 Coahuila oscilaba en el top 10 de los estados con más muertes por enfermedades cardiacas. En 2014 era la séptima a nivel nacional con más tasa de mortalidad por enfermedades cardiacas.

Los esfuerzos en la atención y las campañas de salud se vieron reflejadas, ya que la tendencia fue disminuyéndose. En 2015 descendió cuatro posiciones y se mantuvo en el lugar 11 a nivel nacional durante 2016.

La tendencia en descenso se vio reforzada en 2017, cuando Coahuila descendió otras dos posiciones para ser la entidad 13 con más casos de mortalidad por males cardiacos. En 2018 descendió otro peldaño para ocupar la posición 14 a nivel nacional y se mantuvo ahí en 2019.

Sin embargo, en 2020 la emergencia sanitaria, el confinamiento y otros factores reposicionaron a Coahuila nuevamente dentro de las 10 entidades con más muertes cardiacas, ya que ocupó a la novena posición.

De acuerdo con datos del INEGI, en 2020, las principales causas de mortalidad en Coahuila estuvieron vinculadas al covid-19 con 6 mil 359 casos; las enfermedades del corazón o isquémicas, con 5 mil 675 casos y la diabetes mellitus, que provocó la muerte a 3 mil 901 coahuilenses.

Al cierre de ese año, la entidad logró descender a la posición 11, ya que el INEGI la situó en la “tasa de defunciones registradas por enfermedades del corazón según entidad federativa de residencia habitual por cada 10 mil habitantes”, con 18 puntos, cuando la media nacional se encuentra en 17.3. Además, al cierre del segundo semestre de 2020 se alertó de un 32 por ciento más de casos con daño cardiovascular en la población coahuilense.

En el periodo de enero a junio de 2021, las defunciones por covid-19 fueron la primera causa de muerte en México con 145 mil 159 casos, aunque las enfermedades del corazón ocuparon la segunda posición con 113 mil 899, seguidas por la diabetes mellitus, que provocó 74 mil 418 muertes en el primer semestre de ese año.

MUCHOS LLAMADOS POCOS DESFIBRILADORES

Pese a la adversa situación, en junio de 2021, la diputada del PAN en Coahuila, Mayra Valdés González, advirtió que en Coahuila se estimaban en promedio nueve decesos diarios por enfermedades del corazón, lo que producía un total de 3 mil 285 al año, sin importar la existencia de la Ley de Cardioprotección, que obliga a edificios públicos a contar con equipos desfibriladores automáticos, en especial porque el ordenamiento no se cumple.

El 9 de febrero de este año, la insistencia sobre la necesidad de procurar la atención a las enfermedades del corazón fue presentado en el Congreso estatal una vez más, a través de un dictamen de la Comisión de Salud, Medio Ambiente, Recursos Naturales y Agua, por la diputada del PRI Olivia Martínez Leyva.

La legisladora destacó que en México de acuerdo con cifras oficiales hay en promedio 15.2 millones de personas con hipertensión arterial y se considera que por lo menos la mitad lo desconoce, además, conforme se incrementa a edad crece el porcentaje de población con diagnóstico previo de hipertensión, principalmente a partir de los 50 años de edad.

PANDEMIA FRENÓ LA CARDIOPROTECCIÓN

A pregunta expresa si la ley sanciona y obliga a tener desfibriladores en lugares públicos, el director del SAMU, señaló que es una disposición ejecutiva que deben acatar, pero que a raíz de la pandemia, en estos últimos dos años se frenó la capacitación y la revisión.

Varela Cortés detalló que toda oficina o edificio debe de contar con este aparato, además de supermercados, centros comerciales e incluso empresas, y puso como ejemplo que el Estadio de Futbol Territorio Santos Modelo, en Torreón, cuenta con desfibriladores y se les ha dado capacitación, además de la empresa Peñoles y una serie de industrias del corredor industrial en Saltillo y Ramos Arizpe.

SIN SANCIONES

Según la Ley de Cardioprotección del Estado de Coahuila de Zaragoza se determinó que las áreas que hayan sido indicadas por la Secretaría de Salud tendrán 90 días naturales para instalar los desfibriladores automáticos externos y capacitar a los operadores que designen, de no ser así la Secretaría de Salud girará apercibimiento para que en un plazo no mayor a 15 días hábiles cumplan con la instrucción.

Sin embargo, el titular del SAMU Erick Sebastián Varela Cortés dijo que a raíz de la pandemia no se ha sancionado a ningún establecimiento u oficina que esté dentro de este programa y no haya cumplido con la instalación de los desfibriladores, sino que al contrario se iniciará en breve una campaña para retomarlo.

“Coahuila cardioprotegido trata que todos los niveles de atención deban de ser previstos, entrenar a la gente en reanimación, que los edificios tengan desfibrilador, la siguiente etapa es que las ambulancias que es el servicio prehospitalario cuente con equipo de desfibrilación”, finalizó. (Con información de INEGI, Congreso de Coahuila, IMSS y Secretaría de Salud estatal).

A DETALLE

3 de 4 infartos registrados por servicios de emergencia ocurren en la vía pública.

64% de los servicios brindados por el SAMU de Salud estatal están vinculados a males cardiacos.

8 personas en las últimas tres semanas perdieron la vida a causa de infartos en la vía pública.

PARA SABER MÁS:

Fue en noviembre de 2018 que fue publicado en el Periódico Oficial la Ley de Cardioprotección del Estado de Coahuila de Zaragoza.

La Ley establece la obligatoriedad siguiente:

1 desfibrilador en edifico o evento para 500 a 5 mil usuarios

2 desfibriladores de 5 mil a 100 mil usuarios

3 desfibriladores hasta 15 mil

4 desfibriladores para hasta 25 mil usuarios

20 desfibriladores para flujos de más de 45 mil usuarios

CÓDIGO INFARTO

*En enero de 2022, el Instituto Mexicano del Seguro Social destacó que otras de las estrategias impulsadas a nivel nacional por el IMSS es el Código Infarto, estrategia de atención inmediata que permitió impulsar un protocolo estandarizado en las 35 representaciones del IMSS en todo el país y que hoy ha permitido salvar cerca de 6 mil vidas.

* Gabriela Borrayo, Titular de la Coordinación de Innovación en Salud del IMSS y responsable del Programa A Todo Corazón, Código Infarto. Destacó que el protocolo prioriza hacer el diagnóstico y tratar de abrir la arteria responsable del infarto lo antes posible, de preferencia en la primera hora (“hora dorada”) para evitar el daño.

*Manifestó que el Código Infarto, aplicado desde 2015 ha incluido más de 36 mil pacientes, se mejoró el tratamiento para abrir las arterias en más del 45 por ciento y se redujeron los tiempos significativamente, y que actualmente permite al IMSS reducir la mortalidad con 3.9 por ciento y 7.7 por ciento en promedio con Código Infarto, comparado con el escenario previo a su implementación que era del 21.8 por ciento (64.6% menos), alcanzando los promedios de la OCDE en 2019 (6.5 por ciento).







OPINION

Fuenteovejuna

Como mujer y madre, para Doña Claudia debería ser preocupación toral y central agotar todos los medios para apoyar no a su mentor, sino a las madres buscadoras…

www.infonor.com.mx