Opinión
Lunes 03 de Febrero del 2025 11:04 hrs

¡AL HUESO!

Igualitititos


EL desarrollo tecnológico en las comunicaciones ha tenido como virtud una democratización de la información, pero también aspectos negativos como su uso por el populismo autoritario para crear falsas realidades y manipular a los ciudadanos, como se demuestra hoy al igual en México como en Estados Unidos.

Ecuación fatal: mucho cinismo en USA  y mucha complicidad en México. Demócrito.

Desde la liberación de la internet al surgimiento de las redes sociales con sus múltiples canales de comunicación, el desarrollo tecnológico generó cambio profundo y definitivo en el ámbito de la información periodística vigente hasta el último cuarto del pasado siglo.

Modelo cerrado, prácticamente vertical, dificultaba interactuar a los receptores de la información -ni a los implicados en el hecho generador- pero tenía el valor de exigir objetividad en el comunicador como requisito para lograr y mantener la credibilidad. 

Estaba además dominado y orientado por el poder del dinero en la propiedad de los grandes medios y también hasta la década de los 80 por alineamientos ideológicos.

Al pasar en la etapa actual del modelo hecho-comunicador-receptor a una interacción directa de los ciudadanos a través de las redes, en que cualquiera se convierte en un reportero u opinador, se ha democratizado la circulación de la información.

Ese es el vaso medio lleno, o la virtud del cambio, aunque también hay muchos vasos medio vacíos, la parte negativa. Entre otros aspectos, subjetividad por sobre objetividad, banalidad, trabajo periodístico superficial y frágil credibilidad.

Hoy la mayoría de los reporteros se. centran en el impacto, aceptan lo que les dicen sin reflexionar o confrontar sobre el fondo y sus antecedentes. Cualquiera, además, puede construir relatos o emitir opiniones según sus intereses. Si “golpea” lo publicado, tendrá amplia difusión y, no obstante su distorsión o falsedad, se asentará como antecedente.

En lo más dañino, el cambio ha generado nuevas autocracias de la comunicación. Igual que antes, el poder del dinero permite saturar las redes con medias verdades o mentiras que capturan voluntades. Así se construyen y asientan realidades ficticias.

Ese es el paraíso en que abreva el populismo. El de derecha y el de pseudoizquierda.

Ejemplo a la mano, el supuesto fraude en Estados Unidos hace cuatro años, cuando Trump buscaba la reelección. A través de las redes difundió la falsedad y creo animosidad que llevó a la asonada en el Capitolio. La justicia de ese país determinó, sin lugar a duda, que no ocurrió tal fraude y castigó a los principales actores. El actual mandatario libró la acusación por las inmunidades del cargo y de inmediato indultó a los condenados. 

A la par, desde el despacho oval emitió órdenes para destituir a los fiscales y despedir a todos los agentes del FBI participantes en las investigaciones que probaron su implicación de varios delitos: fraude fiscal, apropiación de documentos oficiales e incitación al asalto al parlamento. No pudo, hasta ahora, ampliar la razzia a un incómodo poder judicial.

Reforzó la creencia de muchos ciudadanos en que la ilegalidad existió.

La misma práctica ha dominado en nuestro país desde el pasado sexenio, en que un amplio y costoso equipo de internautas, operado por Jesús Ramírez Cuevas desde Presidencia de la República, difundió a diario irrealidades.

Caso toral, la cancelación y destrucción de lo que iba a ser el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México. Al margen del desperdicio de miles de millones de dólares, dejó al país sin la opción de establecer el mayor hub aeronáutico de América Latina. La justificación fue la supuesta existencia de una alta corrupción en el desarrollo del proyecto. Terminó el sexenio sin una sola acusación o juicio que lo probara y mucha nueva corrupción. 

De igual modo se construyó el anticipado “éxito” de las grandes obras surgidas de ideas sin viabilidad del entonces presidente -Dos Bocas, el aeropuerto de Santa Lucía, Mexicana y el Tren Maya-, que hoy naufragan en fracasos y son barriles sin fondo de recursos públicos. 

Para nuestro mal, con la Presidenta la práctica sigue vigente y Ramírez Cuevas permanece allí, ideando como manipular a la opinión pública a partir de un equipo de alto costo, que no informa, manipula y oculta la verdad.

En estos días trabajan en sembrar que la seguridad está mejorando, pero las cifras reales muestran que hay crecimiento (+1.16%), se registra un promedio negro de 65 asesinatos diarios, los delincuentes mantienen dominio en amplios territorios y Trump dijo la única verdad: hay complicidad de políticos mexicanos con la delincuencia y el narcotráfico.

Difunden la idea de “prudencia” para ocultar la indesmentible falta de horizonte gubernamental ante el terrorismo político implantado porpopulista de allá, que tiene a México como el gran adversario, principalmente en el tema del narcotráfico, en que no se pueden ocultar las culpas que Claudia Sheinbaum recibió como herencia. 

Para cerrar, una sonrisa: El gobierno de México culpó a huelgas y huracanes por el retroceso de -0.6% en la economía; el de Trump, a gobiernos pasados por el avionazo.

Lo dijo Joseph Goebels, artífice hitleriano de la manipulación: “La capacidad receptiva de las masas es limitada, su comprensión escasa y tienen gran facilidad para olvidar”.






OPINION

Fuenteovejuna

¡Malosos! En el tono del gobierno, dicen que hay que ser positivos y ver en los aranceles un punto a favor: desde mañana en USA nuestros productos valen más…

www.infonor.com.mx