Es el ciber acecho práctica generalizada entre violentadores

De acuerdo a un estudio de la UNAM, 8 de cada 10 mujeres que se encuentran en refugios, fueron víctimas de este tipo de violencia.

Saltillo, Coah.- Más del 80 por ciento de las mujeres encuestadas en 53 refugios del país ha sido víctima de ciber acecho como parte de la violencia que sus agresores ejercen sobre ellas, situación que se suma a las amenazas recibidas, todo ello las orilla a tomar la decisión de buscar resguardo en un lugar seguro.

Lo anterior se conoció luego que la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) presentó en Saltillo los resultados del primer estudio sobre ciber acecho en refugios para mujeres víctimas de violencia.

El estudio realizado por el Dr. Roberto Castro y la Mtra. Araceli Vázquez tomó como muestra a mujeres víctimas de violencia de 53 refugios en el país, entre los cuales participó Fundación Luz y Esperanza, ubicado en la capital de Coahuila.

Los primeros resultados indican la frecuencia y gravedad de este delito manifestado principalmente a través de dispositivos digitales como smartphones y redes sociales.

De acuerdo con Araceli Vázquez, coinvestigadora en el estudio “Ciber-acecho en mujeres alojadas en refugios para víctimas de violencia familiar en México”, las mujeres entrevistadas sufrieron distintos tipos de acoso vía redes sociales.

El 88.9 por ciento ha sufrido hostigamiento, 88.4 control de sus acciones, 73.5 control de sus contraseñas, 71 por ciento difusión de información privada y robo de identidad y un 59.1 por ciento vigilancia.

El acecho digital se traduce en acciones de control, vigilancia y manipulación, desde exigir claves de acceso hasta hackear cuentas bancarias, esto genera vulnerabilidad económica, explicó Vázquez quien presentó la investigación durante el X Foro Derechos Humanos de las Mujeres.

Alertó que lo que hasta hace una década se hacía de manera presencial, hoy en día, las mujeres lo viven a distancia, pero el control y el miedo sigue siendo el mismo.

“Les exigen que les den el acceso a sus claves, por ejemplo a un Facebook y así publicar información privada o información que ellas no querían dar a conocer, incluso pueden hacer usurpación de identidad en donde dan a conocer también datos delicados, eliminar contactos, o sea decirles, yo quiero que tengas o no comunicación con tal persona”, señaló la investigadora.

Además, los agresores pueden hackear también cuentas bancarias con lo que la economía de las mujeres se ve afectada, o bien, usurpan su identidad para pedir préstamos en aplicaciones provocando el mismo perjuicio.