Opinión
Domingo 30 de Marzo del 2025 17:14 hrs

El Círculo Vicioso de la Impunidad


La falta de un sistema de justicia efectivo que aborde correctamente las acusaciones de violencia sexual tiene ramificaciones más amplias en la sociedad. La normalización de la impunidad para figuras poderosas envía el mensaje de que las posiciones de poder pueden desafiar las normas básicas de responsabilidad. Tal desarrollo puede atraer a otros agresores a continuar con sus comportamientos delictivos, confiando en que su estatus les proporcione protección contra las consecuencias. Esto no solo tiene un efecto en el entorno inmediato de la víctima, sino que también socava la confianza pública en las instituciones encargadas de proteger a los ciudadanos.

Cuauhtémoc Blanco, exfutbolista y actual diputado federal, se enfrenta a acusaciones graves de intento de violación formuladas por su media hermana. La reciente decisión de la mayoría en la Cámara de Diputados de no levantar su inmunidad constitucional ha desdibujado las líneas entre la justicia y la protección política, generando un clima de impunidad que tiene implicaciones profundas para las víctimas y la sociedad en su conjunto.

La negativa a permitir una investigación no solo protege a Blanco de rendir cuentas, sino que envía un mensaje claro sobre cómo el poder puede proteger a quienes están en posiciones de influencia. Este tipo de protección se torna preocupante, especialmente considerando que, como figura pública, Blanco tiene la responsabilidad moral de actuar con integridad. Al no ser sometido a un escrutinio adecuado, se cuestiona la credibilidad de quienes denuncian. El hecho de que las instituciones fallan en su deber de investigar puede hacer que las víctimas sientan que su voz es irrelevante y que su lucha por la justicia es en vano.

La impunidad en este contexto tiene un efecto paralizante sobre otras potenciales víctimas de violencia sexual. La percepción de que los individuos en niveles superiores pueden eludir las consecuencias puede desalentar a otras mujeres de presentar denuncias, alimentando un ciclo de silencio y sufrimiento. Las que deciden hablar frente a denuncias de tal gravedad a menudo enfrentan un miedo abrumador a no ser creídas o a sufrir represalias. Esto profundiza el trauma psicológico y crea un entorno en el que las víctimas se sienten aún más vulnerables.

La falta de un sistema de justicia efectivo que aborde correctamente las acusaciones de violencia sexual tiene ramificaciones más amplias en la sociedad. La normalización de la impunidad para figuras poderosas envía el mensaje de que las posiciones de poder pueden desafiar las normas básicas de responsabilidad. Tal desarrollo puede atraer a otros agresores a continuar con sus comportamientos delictivos, confiando en que su estatus les proporcione protección contra las consecuencias. Esto no solo tiene un efecto en el entorno inmediato de la víctima, sino que también socava la confianza pública en las instituciones encargadas de proteger a los ciudadanos.

Adicionalmente, este tipo de situaciones refuerzan un clima de desconfianza general en el sistema legal y en los actores políticos. Cuando la gente percibe que las conexiones políticas pueden anular los derechos fundamentales y el acceso a la justicia, esto puede llevar a una mayor desconfianza hacia las autoridades. La falta de respuesta adecuada ante estas situaciones dificulta la lucha contra la violencia de género y perpetúa una cultura donde los delitos sexuales son subestimados y a menudo ignorados.

En conclusión, el caso de Cuauhtémoc Blanco y su protección constitucional no solo plantea cuestiones éticas sobre su comportamiento, sino que también tiene efectos perjudiciales sobre la credibilidad de las víctimas. La falta de justicia fomenta un ambiente donde las mujeres se sienten inseguras y desprotegidas, lo que repercute negativamente en la denuncia de tales delitos. La sociedad necesita una reforma urgente que garantice que todos, independientemente de su poder o estatus, sean responsables de sus acciones, y que las víctimas sientan que su búsqueda de justicia es válida y respaldada. Solo así se podrá romper el ciclo de la impunidad y fomentar un ambiente donde los sobrevivientes puedan buscar justicia sin miedo a represalias.






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Fuenteovejuna

El intragable Noroña es un símbolo del descaro político. Hace lo contrario de lo que predica, luego miente, se retracta y con cinismo dice “lo hice ¿y que?”…

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