Opinión
Viernes 21 de Marzo del 2025 16:36 hrs

De la Conmoción a la Acción: La Resiliencia   de una Sociedad ante el Horror de Jalisco


El segundo camino es la prevención. La educación es la herramienta más poderosa que tenemos para proteger a nuestros jóvenes de las garras del crimen organizado. Necesitamos concienciar sobre los peligros que acechan a nuestros hijos en forma de ofertas laborales engañosas. Las familias deben estar preparadas para educar a sus hijos sobre los riesgos existentes y las señales de alerta.

La reciente revelación de los campamentos de tortura y exterminio en Jalisco ha dejado a la sociedad mexicana atónita, enfrentándola con la dura realidad del crimen organizado. En medio de este horror, es crucial que nuestra respuesta no se quede en la conmoción, sino que se transforme en acción efectiva. Para ello, podemos seguir dos caminos: el desarrollo de una empatía genuina hacia las familias afectadas y la implementación de estrategias preventivas en nuestros entornos familiares y comunitarios.

El primer camino es la empatía. Cada día, cientos de familias viven el dolor indescriptible de tener a un hijo desaparecido, un dolor que no se puede medir ni calificar. Este sufrimiento debe ser un llamado a nuestra humanidad. Es fundamental que como sociedad, nos unamos en este dolor, escuchando las historias de estas familias y apoyándolas. 

No se trata solo de hacer pronunciamientos políticos o manifestaciones, sino de construir una red de solidaridad que pueda ofrecer apoyo emocional y práctico. 

La creación de grupos de ayuda, la promoción de espacios para compartir experiencias y la visibilidad de estos casos en los medios son pasos clave para cultivar la empatía. Cuando nos conectamos de corazón con el sufrimiento ajeno, cultivamos un sentido de comunidad que es capaz de fomentar la justicia y la lucha contra la impunidad.

El segundo camino es la prevención. La educación es la herramienta más poderosa que tenemos para proteger a nuestros jóvenes de las garras del crimen organizado. Necesitamos concienciar sobre los peligros que acechan a nuestros hijos en forma de ofertas laborales engañosas. Las familias deben estar preparadas para educar a sus hijos sobre los riesgos existentes y las señales de alerta. 

Establecer conversaciones abiertas sobre las aspiraciones laborales, los peligros del mundo digital y las tácticas de manipulación utilizadas por los grupos delictivos puede hacer una diferencia significativa.

Además, es crucial priorizar la educación en valores dentro de nuestras comunidades. Fomentar una cultura de estudio, trabajo honesto y moralidad sólida es esencial. Actividades que fortalezcan el respeto por la vida, la familia y la propiedad, como talleres comunitarios y programas escolares enfocados en desarrollo personal y ético, pueden empoderar a los jóvenes, dotándolos de herramientas para tomar decisiones informadas y seguras.

A medida que la sociedad enfrenta esta crisis tras los hallagos en Jalisco, el camino hacia la acción es posible. Transformar nuestra conmoción en empatía, y esa empatía en acciones concretas de prevención y educación puede ser el catalizador para un cambio positivo. 

No debemos permitir que el horror defina nuestra realidad; en cambio, elijamos ser una comunidad resiliente, unida y comprometida con un futuro más seguro y esperanzador para todas nuestras familias. La lucha contra la impunidad y el crimen organizado empieza por nosotros y en nuestras manos está convertir el dolor en fuerza colectiva.






OPINION

Fuenteovejuna

¡No habrá otro Ayotzinapa!, aseguró Gertz Manero y comenzó por eludir toda responsabilidad y preparar el terreno para concluir que solo cremaron dos o tres…

www.infonor.com.mx