ATISBOS
Coahuila: hacia una nueva gobernabilidad
Es el retroceso, el crimen impune, la destrucción institucional, el crecimiento de la pobreza y la descomposición del tejido social, como ya se puede constatar en todos los estados del país donde ese partido gobierna
El proceso político para elegir al nuevo Gobernador de Coahuila y a los diputados que conformarán la próxima legislatura local anticipa los rasgos de una inédita realidad política del estado.
La presencia de Morena, aunque desorganizada y disparatada, representa localmente el proyecto unipersonal, populista y autoritario que a nivel nacional encabeza el presidente López Obrador. Es el retroceso, el crimen impune, la destrucción institucional, el crecimiento de la pobreza y la descomposición del tejido social, como ya se puede constatar en todos los estados del país donde ese partido gobierna.
Como resultado de compromisos al margen de la ley que Morena estableció para acceder al poder presidencial y de su extraordinaria ineptitud política, un segmento importante de sus militantes apoya en Coahuila la candidatura del Partido del Trabajo y abre una alternativa política que fractura la unidad de la coalición del presidente.
Por su parte, la población que no se siente comprometida electoralmente por los programas sociales del gobierno federal y que tiene conciencia del grave riesgo que representa el avance de Morena y de la mal llamada cuarta transformación, se ha organizado en una gran alianza ciudadana que encabezan el PRI, el PAN y el PRD, con el propósito común de consolidar los avances que los coahuilenses hemos logrado en los últimos años.
Se trata de seguir adelante, de cambiar para mejorar; todo lo contrario de la propuesta de Morena y del PT para retroceder al horror de la inseguridad que ya vivimos y a la destrucción de las condiciones que nos permiten tener una mejor calidad de vida. El retroceso no es una opción.
El triunfo de la alianza ciudadana significará, sin embargo, nuevos desafíos para la vida política del estado. Con la diversidad ideológica y la participación en el gobierno que se legitime en el proceso electoral, la gran tarea será procesar acuerdos y consensos con todas las fuerzas políticas para avanzar hacia el futuro del Coahuila que queremos. El mayor reto del próximo gobierno será, sin duda, impulsar una nueva gobernabilidad democrática.