Analizan experiencias del sector salud durante la pandemia
- Por: Redacción --
- 22/07/2023 @ 13:53 --
- Mexico
- Especiales
En los volúmenes 13 y 14 de los 15 tomos de la colección universitaria La década COVID en México, se narran lecciones que sientan las bases para proponer políticas públicas ante crisis futuras y enfermedades emergentes
Ciudad de México.- Especialistas de diversos sectores del sistema de salud nacional exponen sus vivencias, análisis y recomendaciones sobre la actual pandemia, en el tomo 13 La crisis sanitaria, el cual forma parte de la colección de libros “La década COVID en México. Los desafíos de la pandemia desde las Ciencias Sociales y las Humanidades”, un ejercicio colectivo de distintas áreas de estudio, coordinado por Samuel Ponce de León Rosales y Mauricio Rodríguez Álvarez.
Rodríguez Álvarez, profesor de la Facultad de Medicina (FM) e integrante del Programa Universitario de Investigación sobre Riesgos Epidemiológicos y Emergentes (PUIREE) -a cargo de Ponce de León-, recordó en entrevista que la administración central de la Universidad convocó a un grupo de expertos en salud para ayudar y acompañar a las diferentes entidades de esta casa de estudios en el proceso de crisis sanitaria.
Además de reunir evidencia e interpretar qué es lo que sucedía, tomar acciones y diseñar lineamientos que se implementaron desde la Universidad Nacional.
El también vocero de la Comisión Universitaria para la Atención del COVID-19 explicó que, para conformar este tomo, los integrantes del PUIREE reunieron a especialistas del campo de las ciencias de la salud para abordar, desde su perspectiva, lo que aconteció, lo vivido, aquellos quienes detectaron qué falló, las propuestas y los retos que se proponían.
“El tomo consta de 11 capítulos, acompañados de una presentación y un capítulo de conclusiones en los que alrededor de 30 autores de diferentes disciplinas, casi todos vinculados con las ciencias de la salud, abordan de una manera muy específica alguno de los temas a los que fueron convocados para participar”, externó.
Incluye uno dedicado a los dilemas bioéticos que se plantearon, a cargo de Arnoldo Kraus y Mariana de la Vega. Otro es la atención de la emergencia en Guerrero, el cual tiene características particulares al poseer uno de los centros turísticos más importantes del país, la gran conectividad que tiene, los municipios más pobres de la nación, así como una extensión territorial con costa, montañas y ciudades que representó un reto significativo para responder a la emergencia. Carlos de la Peña Pintos, quien estuvo a cargo de la Secretaría de Salud de la entidad, relata su experiencia.
Uno más refiere el trabajo de un grupo epidemiológico que utilizó modelos matemáticos propuestos para otras epidemias, por Gustavo Cruz Pacheco y su equipo del Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas de la UNAM, detalló el vocero.
En otro, especialistas del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), dirigidos por Juan Ángel Rivera Dommarco, quien fue director de la entidad durante los meses críticos de la pandemia, presentan un análisis sobre el impacto en las comorbilidades, en la atención de la salud y en el acceso a los servicios en la materia. “Con datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, con el componente COVID que desarrolló ese Instituto, nos dan una perspectiva amplia sobre el problema de las enfermedades crónicas, metabólicas y las desigualdades, y la falta de acceso a los servicios de salud”, refirió.
María Enriqueta Baridó Murguía describe el impacto de la pandemia en la práctica quirúrgica, uno de los sectores más afectados porque se reconvirtieron hospitales, se retrasaron diagnósticos y cirugías, entre otras situaciones.
“Tenemos un capítulo del impacto en los trabajadores de la salud, no solo médicos, también hospital operativo y administrativos, y el golpe de la epidemia en ese sector de la comunidad y en la parte operativa de los hospitales. Otro trata sobre vacunación contra COVID; aquí María de Lourdes García García y su equipo de colaboradores del INSP y el Instituto Nacional de Cardiología, hacen un relato desde el desarrollo de las vacunas, la disponibilidad, la implementación y el impacto de la vacunación”, apuntó.
El entonces director de Investigación en el Instituto Nacional de Cardiología, Manlio Márquez Murillo, expone la investigación clínica en México y desde la óptica de la cardiología.
A su vez, Rodríguez Álvarez desarrolló un capítulo en el cual, en su carácter de vocero de la Comisión Universitaria, planteó cómo comunicar esta situación desde la UNAM, en el contexto y la complejidad de un problema como este.
En tanto, Alejandro Macías Hernández, quien fue comisionado nacional de la pandemia de influenza en 2009, escribe sobre usuarios, predicciones y avisos, reflexiona sobre lo que hemos vivido y lo que se debe hacer para prepararnos ante una siguiente emergencia.
Al final nos planteamos el paso de la pandemia a la endemia. El COVID no se va a ir, va a seguir mucho tiempo. Estamos tratando de plantear cómo se va a incorporar de ser una emergencia a una enfermedad cíclica. En esencia, ponemos las bases para que se complemente el estudio y sirva para hacer políticas públicas, aseveró Rodríguez Álvarez.
ENFERMEDADES EMERGENTES: PARTE DE LOS CAMBIOS GLOBALES PROVOCADOS POR HUMANOS
El origen de la COVID-19 se encuentra en la destrucción de la naturaleza que, en numerosos sitios del planeta, es irreversible; en el gran crecimiento de la población humana, y en el contacto entre esta y la fauna silvestre que propicia la transmisión de enfermedades.
Esta situación no se detendrá en el corto plazo, por lo que esos aspectos ocuparán un lugar relevante en las agendas de México y el mundo en los próximos años. Hoy, “las enfermedades infecciosas emergentes forman parte de los cambios globales”, aseguró el Integrante de la Junta de Gobierno de la UNAM, Alberto Ken Oyama Nakagawa.
Al referirse al tomo 14 de la colección universitaria “La década COVID en México. Los desafíos de la pandemia desde las Ciencias Sociales y las Humanidades”, dedicado al tema de Ecología, medio ambiente y sustentabilidad, el académico en Biología por la Facultad de Ciencias de la UNAM, y doctor en Botánica por la Universidad de Kioto, Japón, señaló que esa obra contiene aspectos relevantes.
El primero de ellos es colocar a las enfermedades infecciosas emergentes dentro del contexto de los cambios globales que afectan a la humanidad, como el climático, y que han sido causados por la actividad humana.
Asimismo, la destrucción de la naturaleza y la pérdida de ecosistemas y su biodiversidad como factores fundamentales para que existan las llamadas enfermedades zoonóticas, es decir, aquellas transmitidas de los animales al ser humano.
Y, finalmente, en el tomo de 12 capítulos se muestra la necesidad de un nuevo enfoque multidisciplinario para el estudio, tratamiento y combate a este tipo de enfermedades.
En el libro Ecología, medio ambiente y sustentabilidad participaron decenas de expertos provenientes de diversas entidades de la UNAM, investigadores y técnicos académicos de centros e institutos de los subsistemas de la Investigación Científica y de Humanidades; así como de facultades y de las unidades Morelia y Mérida de la Escuela Nacional de Estudios Superiores; al igual que de otras instituciones de investigación y educativas del país.
YA ES UN PROBLEMA MUNDIAL
Ken Oyama recordó en entrevista que, desde hace varias décadas, las enfermedades emergentes constituyen un área de investigación interdisciplinaria donde participan biólogos, ecólogos, médicos, veterinarios y científicos sociales.
En el libro se revisa cómo los diversos padecimientos que hemos conocido en las últimas décadas tienen que ver con el mismo proceso: contagios de patógenos que están en los animales silvestres o domesticados, a los humanos. En este caso, “se habló de que el virus causante de la COVID-19 provenía de murciélagos que entraron en contacto con pobladores de Wuhan, China”.
Aunque en este caso había dos hipótesis: que el virus SARS-CoV-2 había escapado de algún laboratorio de investigación, o que provenía de animales silvestres, y ninguna ha sido corroborada; en el tomo se muestra que la pandemia reciente no ha sido la única, sino que ha habido otros episodios, y que desde hace varias décadas, científicos de las áreas de ecología y epidemiología habían manifestado que una de las crisis que iba a enfrentar el mundo tenía que ver con enfermedades emergentes.
En el texto también se aclara que la mayoría de los virus son benéficos para la vida, es decir, que no todos son patógenos y si no existieran, tampoco habría vida en el planeta; y se demuestra que cuidar los ecosistemas naturales, proteger la fauna silvestre y evitar el contacto humano con esos animales, es fundamental para prevenir nuevos padecimientos.
El coordinador del tomo –junto con Felipe García-Oliva, investigador del Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad– mencionó que existen miles de posibles virus que pueden transmitirse de los animales al ser humano. La lección del libro es entender que no se trata sólo de un problema de salud, sino que su origen se relaciona con la destrucción de los hábitats y el mal manejo de la fauna silvestre.
Los llamados mercados húmedos en China, donde animales silvestres se encuentran hacinados en condiciones insalubres graves, son el medio propicio para que esos padecimientos se propaguen fácilmente, ejemplificó.
Otro aspecto de la obra es el relacionado con la información. “Es muy importante que cada país tenga plataformas informáticas en las cuales se tengan datos de toda la población y, en particular, de aquellos que estén contagiados, de tal manera que los tomadores de decisiones sepan cómo atacar cierta enfermedad, en qué región, cómo se expande, y tomar medidas más adecuadas”. Los modelos matemáticos permiten proyectar cuál será el futuro de cada padecimiento, refirió el universitario.
La pandemia también impactó el aspecto de la contaminación: con el confinamiento en muchas ciudades, bajó de manera temporal. Durante escasos meses se notó un descenso de los contaminantes, pero después regresaron a su nivel de antes de la emergencia sanitaria.
El uso de mascarillas, cubrebocas, jeringas y otros protectores desechables fabricados con plásticos se ha constituido en un problema serio de cuyo impacto aún no hay una evaluación científica. La propuesta planteada en el texto es que dentro del desarrollo tecnológico futuro, se elaboren materiales reutilizables o reciclables para fabricar los insumos, a fin de encarar las epidemias por venir.
Ante la pandemia, refirió Oyama Nakawaga, aprendimos una parte de la lección: a comportarnos cuando estamos en un lugar cerrado con muchas personas, mejorar la higiene (como el lavado de manos constante), ventilar habitaciones o vacunarnos. “Como se menciona en el libro, fue impresionante cómo en tan poco tiempo los científicos lograron no una, sino varias vacunas”.
En esa parte, detalló, hay que ser optimistas: cada vez hay mejores instrumentos para atender a los pacientes, y habrá medicamentos para las diferentes fases de la enfermedad y prevenirla. “Hay que decir que se hizo una fuerte inversión para lograr esto; si esa misma cantidad de dinero se invirtiera en proteger a la naturaleza, avanzaríamos en ese otro frente, y no solamente por una cuestión de salud, sino de sobrevivencia del planeta”.
Es importante hacer conciencia de que estamos en un punto en el cual la crisis ambiental es humanitaria. Si no emprendemos acciones para contenderla, seguirán otros problemas. Ante este panorama es muy importante que empecemos a trabajar para evitar la destrucción de la naturaleza, y crear nuevos paisajes saludables y sustentables a diferentes escalas.
Ken Oyama reconoció el esfuerzo para realizar la colección La década COVID en México, impulsado por la Coordinación de Humanidades, la Secretaría General y la Dirección General de Comunicación Social de la UNAM, que probablemente es la primera reflexión que se realiza en un nivel tan extenso, interdisciplinario y oportuno.
La colección se puede consultar en: https://decadacovid.humanidades.unam.mx/