Opinión
Lunes 22 de Julio del 2024 09:48 hrs

¡AL HUESO!

Abusos y engaños


Aún no termina el sexenio y para quienes quieren ver y medir es posible visualizar en hechos y resultados reales, la suma de mentiras y abusos que, más allá de una corrupción general desembozada, prueban seis años de manipulación.
 

“Andamos como andamos, porque somos como somos”. Filósofo de Güemes.

En cifras y hechos, casos que desnudan al maestro de la simulación y la manipulación:

Caso Catarino.

Además de la negra y vergonzosa cifra de casi 200 mil asesinatos, que prueban el fracaso total de los abrazos en materia seguridad, se suman en el sexenio 50 mil desaparecidos oficialmente registrados, cuya localización debería ser una tarea prioritaria del gobierno.

No es así. Arriesgando sus vidas la ejecutan familiares y principalmente madres. A través de diferentes agrupaciones, algunas reciben apoyo limitado de las autoridades, mientras el Presidente las ignora, soslaya el tema, ha agredido a las representantes y prácticamente ha desmantelado en personal y presupuesto la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB).

En cambio, en una obsesión personal, movilizó y mantuvo en Panamá por meses un barco de la Armada, 60 marinos, 20 elementos del Ejército, 13 otros funcionarios de Relaciones Exteriores y de la CNB, para localizar, recuperar y repatriar restos de Catarino Erasmo Garza, revolucionario mexicano muerto durante una revuelta en ese país en 1895, lo que requirió una no fácil negociación con el gobierno istmeño, agraviado en los inicios del sexenio.

También con cargo al presupuesto, otros funcionarios persiguieron en Estados Unidos a descendientes de Estrada para colectar muestras comparables de ADN.

El abuso de poder partió de un libro sobre Catarino que firmó López Obrador y bajo la manida “seguridad nacional” toda información fue reservada por 5 años. Con excepción de los costos del capricho, solo se han conocido detalles por parte del gobierno panameño.

En una afrenta adicional y directa para las madres buscadoras, la FGR, con velocidad excepcional, se apresuró a asegurar que el ADN de algunos restos corresponde al personaje, mientras las familias buscadoras en México han esperado por años la identificación de los miles de cuerpos que abarrotan los semefos del país. 

Caso AHMSA.

La venganza de López Obrador contra la empresa, por haber negado “aportaciones” para su campaña presidencial, derivó en la quiebra de la principal siderúrgica del país, con la pérdida de más de 20 mil empleos directos y hasta la desaparición de poblaciones enteras, como el caso de la localidad de Hércules.

Hoy se revela que más allá del grave daño social y económico generado en Coahuila, hay también un daño a nivel nacional, que requirió otra operación diplomática de envergadura para tratar de minimizarlo.

Ello, porque al caso AHMSA se sumó la embestida del inmoral Napoleón Gómez Urrutia contra la empresa Mittal México, con una huelga en Lázaro Cárdenas declarada ilegal por los tribunales y que sin embargo se mantuvo por casi dos meses.

El resultado es que la ausencia de AHMSA se tradujo en falta acero para la industria en el país, Estados Unidos presiona y cerró su frontera para evitar que entren insumos de origen Chino y el gobierno se vio obligado a negociar con Washington que el bloqueo arancelario no afecte a los productos siderúrgicos originarios de Brasil, lo que de paso beneficia a la Ítalo-argentina Ternium, que arrastra negro pasado en materia de sobornos a políticos.    

Caso pensiones. 

Con la habilidad manipuladora que ha sido característica, durante el reciente proceso electoral López Obrador y MORENA hicieron creer a los trabajadores de menores ingresos -la gran mayoría- que cualquiera fuera su nivel salarial, al jubilarse recibirían como mínimo una pensión de 16 mil 770 pesos.

La ilusión duró poco. Quienes confiaron en tan atractiva noticia recibieron un golpe de realidad cuando posteriormente les explicaron: solo recibirían un equivalente a su último salario -no los 16 mil pesos y fracción- aquellos que hubieran ganado menos de ese monto, determinado como límite máximo y no como pensión garantizada.

Sumó: Pese a que la extorsión fiscal ha generado mayor recaudación, los gastos electoreros, más las obras de relumbrón y sin destino, han secado las arcas y para financiar la diferencia entre el monto de pensión y el último salario, López Obrador se apropió de los fondos no reclamados a las afores por adultos mayores de 70 años.

Arrebató más de 40 mil millones de pesos de ahorros de trabajadores que permanecían en resguardo, en espera de su cobro, por los que las afores pagaban intereses, y los transfirió inicialmente al Banco de México para disponer de ellos en “pensiones del bienestar”.

La rapidez con que ejecutó la apropiación de recursos privados, acerca de lo cual hay una controversia en la Suprema Corte, contrasta con la pachorruda respuesta que reciben hoy en el IMSS o el INFONAVIT quienes buscan recuperar sus recursos: “No se preocupe, se le van a reintegrar, pero aún no se ha fijado un procedimiento”.

Gasolina y deuda.

El 9 de julio, López Obrador aseguró en su perorata matutina que de importar 80 por ciento de las gasolinas requeridas, México ya producía 90 por ciento de ellas. Las propias cifras de PEMEX lo desmintieron: la podrida paraestatal, barril sin fondo de las finanzas nacionales, genera poco más de la mitad del total y menos que en 2018.

A nivel mundial, señala la Agencia Internacional de Energía, México es el país petrolero que más ha bajado sus niveles de producción.

En torno a los petrolíferos, precisamente, han girado las mayores y sostenidas mentiras del sexenio: Dos Bocas ha costado más de dos y media veces lo soñado, ha sido un nido de corrupción, no ha generado al momento un litro pero sí nuevos ricos cercanos al régimen. La gasolina, que iba a costas 10 pesos por litro, cuesta más del doble y casi el doble que el precio comercial promedio en Estados Unidos, desde donde se importa la mayor parte.  

Y ni hablar de la deuda nacional que no iba a crecer. Hoy cada uno de los mexicanos, sin distinción, debemos 126 mil pesos, 44.6 por ciento más que al inicio del sexenio.

Y aún así, seis años de mentiras después, hay quienes le creen.






OPINION

Fuenteovejuna

Lo de Biden era inevitable. Pero, ¿qué oso es peor, la reiteración por Trump de la “doblada” a YSQ o que Claudia y Ebrard se hayan puesto un saco que no les quedaba?

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