Abre Fiscalía de 15 a 25 procesos al año contra sus agentes por quejas

El fiscal reiteró que hay mecanismos para denunciar los abusos, irregularidades o violencia que puedan cometer los policías o agentes estatales, y reiteró que también se indagan las quejas por violencia familiar presentadas contra los oficiales.

El fiscal general del Estado precisó que los procesos de carácter administrativo por quejas contra el desempeño de los oficiales hacen que sean separados de su cargo mientras se investigan

Saltillo, Coah.- Cada año, entre 15 hasta 25 agentes de la Fiscalía General del Estado son sometidos a procesos administrativos por denuncias o quejas en su contra por algún tipo de abuso o irregularidad, de acuerdo con su titular, Gerardo Márquez Guevara, quien precisó que tras recibir la queja o denuncia, se abre un proceso interno y se separa de su cargo al agente.
Márquez Guevara reiteró que la separación del cargo se mantiene mientras se investiga la querella o señalamiento contra el policía, agente u oficial de la Fiscalía. Como se recordará, los elementos de la Fiscalía y de Seguridad Pública acumulan el mayor número de quejas por violación de los derechos humanos, ya sea por detenciones arbitrarias, así como abuso de autoridad.
“Los que tienen un proceso administrativo por quejas creo que cada año son entre 15 y 25, que son separados de la Fiscalía por ese motivo”, señaló el fiscal general del Estado y reiteró que muchos de ellos optan por renunciar al trabajo, mientras que otros concluyen su procedimiento y de encontrarse culpables se les aplica la sanción o la baja definitiva.
A pregunta expresa si se cuenta con elementos acusados por violencia familiar, el fiscal Gerardo Márquez Guevara dijo desconocer el número, aunque comentó que en estos casos, por el sólo hecho de ser funcionarios o servidores públicos es una agravante, ya que ellos ya recibieron capacitación y conocen que la violencia doméstica o de género es una conducta delictiva.
En este sentido, el fiscal en Coahuila reiteró que muchos elementos policiacos aprovechan su puesto para ejercer violencia familiar y sentirse intocables, por lo que en muchas ocasiones las víctimas no denuncian por miedo o temor a represalias, algo en lo que se trabaja al interior de la corporación.